Después de recorrer en sus obras anteriores la historia de Ramos Mejía desde la época de la colonia hasta el presente, el grupo de teatro comunitario DespaRamos, integrado por vecinos, presentó su nueva propuesta que hace foco en uno de los pilares de esta rica historia: las mujeres de Ramos Mejía.
Algunas de sus referentes más emblemáticas son las “protagonistas” de esta obra todavía en construcción “Mujeres de Ramos Mejía” de la que el público pudo disfrutar en esta presentación de cinco escenas de las ocho que tendrá cuando esté completa.
Siempre bajo la conducción de Beatriz Romeo, directora y fundadora de DespaRamos, la función se desarrolló en la amplia recepción de la Región Municipal sobre Av. Rivadavia la que se vio totalmente colmada por un público ansioso de conocer este nuevo trabajo del grupo teatral y que vio ampliamente satisfechas sus expectativas por la calidad del espectáculo que presenciaron, tanto por todo lo vinculado a la actuación como por el contenido del guión, siempre comprometido, al que los tiene acostumbrados DespaRamos.
En estas primeras cinco escenas, las mujeres a las que se hizo referencia fueron María Elena Walsh, la destacada autora e intérprete de infinidad de canciones que todos recordamos y en cuyas letras en más de una oportunidad se hace referencia a lugares de Ramos Mejía, Mary Sánchez, la incansable luchadora por los derechos de los docentes, y Lucina Álvarez, la maestra poeta quien fuera docente de literatura de la Escuela de Estética de Ramos Mejía y que lamentablemente terminara integrando la lista de desaparecidos de la dictadura militar.
Con el estilo de siempre, la frescura que aportan las canciones, los toques de humor, de nostalgia, de emoción y de reflexión que generan sus textos, la impronta tan especial de las creaciones colectivas, DespaRamos logra trasmitir con solvencia las notables historias de estas tres destacadas mujeres de Ramos Mejía, “mujeres, como dijera la directora al presentar la obra, que no se resignaron a los mandatos históricos y lucharon por sus derechos”, que seguramente son la imagen visible de muchas otras anónimas que persiguieron los mismos ideales.
El final, a pura alegría, con el aporte de ex integrantes del elenco que se sumaron al escenario, ofreció al público la canción himno del grupo, una convocatoria a la esperanza, la canción “Desparramada”:
Algunas de sus referentes más emblemáticas son las “protagonistas” de esta obra todavía en construcción “Mujeres de Ramos Mejía” de la que el público pudo disfrutar en esta presentación de cinco escenas de las ocho que tendrá cuando esté completa.
Siempre bajo la conducción de Beatriz Romeo, directora y fundadora de DespaRamos, la función se desarrolló en la amplia recepción de la Región Municipal sobre Av. Rivadavia la que se vio totalmente colmada por un público ansioso de conocer este nuevo trabajo del grupo teatral y que vio ampliamente satisfechas sus expectativas por la calidad del espectáculo que presenciaron, tanto por todo lo vinculado a la actuación como por el contenido del guión, siempre comprometido, al que los tiene acostumbrados DespaRamos.
En estas primeras cinco escenas, las mujeres a las que se hizo referencia fueron María Elena Walsh, la destacada autora e intérprete de infinidad de canciones que todos recordamos y en cuyas letras en más de una oportunidad se hace referencia a lugares de Ramos Mejía, Mary Sánchez, la incansable luchadora por los derechos de los docentes, y Lucina Álvarez, la maestra poeta quien fuera docente de literatura de la Escuela de Estética de Ramos Mejía y que lamentablemente terminara integrando la lista de desaparecidos de la dictadura militar.
Con el estilo de siempre, la frescura que aportan las canciones, los toques de humor, de nostalgia, de emoción y de reflexión que generan sus textos, la impronta tan especial de las creaciones colectivas, DespaRamos logra trasmitir con solvencia las notables historias de estas tres destacadas mujeres de Ramos Mejía, “mujeres, como dijera la directora al presentar la obra, que no se resignaron a los mandatos históricos y lucharon por sus derechos”, que seguramente son la imagen visible de muchas otras anónimas que persiguieron los mismos ideales.
El final, a pura alegría, con el aporte de ex integrantes del elenco que se sumaron al escenario, ofreció al público la canción himno del grupo, una convocatoria a la esperanza, la canción “Desparramada”:
- "Somos de Ramos Mejía y creemos todavía en los sueños y en el barrio y en la solidaridad.
- Somos de Ramos Mejía y empuñamos la alegría derrotando a la tristeza que nos quiere en soledad.
- Los despaRamos están queriendo ser muchos más. Venga vecino que lo esperamos para cantar y bailar.
- Los DespaRamos señor le damos palo al dolor porque apostamos por la esperanza de hacer un mundo mejor".
Fuente: Periódico La Barra
No hay comentarios:
Publicar un comentario