Sero Electric, el primer vehículo 100% eléctrico fabricado en el país, comenzó la producción de sus tres modelos inspirados en los “microcars” europeos, en el Polo Industrial Tecnológico (PITAM) que está ubicado en la Base de Morón.
La empresa había presentado el primer modelo en octubre de 2016, en el primer Salón Latinoamericano de Vehículos Eléctricos, Componentes y Nuevas Tecnologías que se realizó en Buenos Aires. El prototipo también lo presentaba el Municipio.
Hace poco más de una semana, el propio ex ministro de Producción, Francisco Cabrera (reemplazado según se conoció el sábado al igual que su par de Energía Juan José Aranguren), visitó la planta junto al intendente, Ramiro Tagliaferro.
La empresa se especializa en la introducción de la electrificación al plano automotor nacional. Tras tres años iniciales de investigación y análisis de mercado, y cuatro de desarrollo experimental, la compañía se mudó de la planta de motos de Dadalt en Villa Luzuriaga al PITAM, donde recalaron las primeras unidades de uso efectivo.
Morón incorporó vehículos para el patrullaje de áreas peatonales y parques, zonas restringidas para la circulación de automóviles convencionales.
“Es un nuevo concepto en movilidad. Presentamos un modelo de bajo costo y bajo mantenimiento. Con menos de veinte pesos, lo que equivale a una carga, podríamos hacer 70 kilómetros”, relató Pablo Naya, su director y fundador.
El desafío primario de la compañía era construir un vehículo para transporte de personas y carga que fuera económico, ligero, práctico y versátil, como así edificar un producto moderno, de andar agradable y diseño interesante.
El Sero Electric toma las formas de un cuatriciclo ligero. Su velocidad está limitada en 50 kilómetros por hora, su peso asciende a 350 kilos, su capacidad es de cuatro personas, y su autonomìa estimativa es de 65 kilómetros gracias a un paquete de baterías de ciclo profundo de gel capaces de conectarse a la red eléctrica domiciliaria con una duración de entre seis y siete horas para obtener una carga completa. El 85% de cada unidad está construido con piezas nacionales: las restantes son autopartes importadas que en Argentina no se consiguen por cuestiones de costos y escalas de producción.
El medio especializado Autoblog informó que en diciembre se completará el trámite de homologación bajo la nueva categoría L6 que autorizará al Sero Electric a circular en la vía pública.
Hace poco más de una semana, el propio ex ministro de Producción, Francisco Cabrera (reemplazado según se conoció el sábado al igual que su par de Energía Juan José Aranguren), visitó la planta junto al intendente, Ramiro Tagliaferro.
La empresa se especializa en la introducción de la electrificación al plano automotor nacional. Tras tres años iniciales de investigación y análisis de mercado, y cuatro de desarrollo experimental, la compañía se mudó de la planta de motos de Dadalt en Villa Luzuriaga al PITAM, donde recalaron las primeras unidades de uso efectivo.
Morón incorporó vehículos para el patrullaje de áreas peatonales y parques, zonas restringidas para la circulación de automóviles convencionales.
Con una inversión de $5 millones, la compañía comenzó a producir los tres modelos que pertenecen a su portfolio: el Sedán, el Cargo Bajo y Cargo Alto como utilitarios, todos modelos de naturaleza interurbana inspirados en los “microcars” europeos. El precio de estos citycars eléctricos oscila entre los diez mil y los trece mil dólares.
“Es un nuevo concepto en movilidad. Presentamos un modelo de bajo costo y bajo mantenimiento. Con menos de veinte pesos, lo que equivale a una carga, podríamos hacer 70 kilómetros”, relató Pablo Naya, su director y fundador.
El desafío primario de la compañía era construir un vehículo para transporte de personas y carga que fuera económico, ligero, práctico y versátil, como así edificar un producto moderno, de andar agradable y diseño interesante.
El Sero Electric toma las formas de un cuatriciclo ligero. Su velocidad está limitada en 50 kilómetros por hora, su peso asciende a 350 kilos, su capacidad es de cuatro personas, y su autonomìa estimativa es de 65 kilómetros gracias a un paquete de baterías de ciclo profundo de gel capaces de conectarse a la red eléctrica domiciliaria con una duración de entre seis y siete horas para obtener una carga completa. El 85% de cada unidad está construido con piezas nacionales: las restantes son autopartes importadas que en Argentina no se consiguen por cuestiones de costos y escalas de producción.
El medio especializado Autoblog informó que en diciembre se completará el trámite de homologación bajo la nueva categoría L6 que autorizará al Sero Electric a circular en la vía pública.
Fuente: Un Medio en Morón
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