Luego de 7 horas de debate en las que sobraron las chicanas cruzadas, finalmente Cambiemos hizo valer el voto doble de la Presidencia para aprobar, por 13 votos a 12, la Rendición de Cuentas municipales de 2017 en Morón, en una sesión especial que comenzó a las 14.30.
Los bloques de Unidad Ciudadana, Frente Renovador, PJ y GEN se quejaron por el tiempo que tuvieron para estudiar el expediente y de la falta de documentación requerida sobre el gasto. El oficialismo informó un gasto de 2.975 millones de pesos en el año pasado, con “un superávit de casi diez millones”.
Tras el cambio en la relación de fuerzas en el recinto, producto de las elecciones de 2017, hubo también otra forma de sumar las manos para los proyectos clave. Sin concesiones, el Ejecutivo aprovechó al máximo el voto desempate que tiene con la Presidencia del cuerpo, lo que generó que en cada debate la oposición saliera con el cuchillo entre los dientes.
La Rendición de Cuentas no fue la excepción, aunque fue más prolongada que bélica. Todavía quedaban algunas esquirlas de la batalla todos contra todos de la primera ordinaria del año, cuando se terminaron de acomodar las comisiones.
El oficialismo recordó la “falta de respeto” que sufrió Natalín Faravelli en su carácter de funcionaria y “mujer”, quien tuvo que aclarar que no había pedido licencia el año pasado para no perder la obra social durante el embarazo de su primogénito. El massista Jorge Laviuzza le había pedido disculpas, pero luego la denunció por “calumnias e injurias”.
En el recinto, esta tarde, la oposición denunció que tuvo poco tiempo. “Tuvimos 6 horas para revisar 3.5 millones de pesos”, que era casi el Presupuesto previsto para el año pasado. Y además acusó el Ejecutivo de “esconder expedientes”. “No contestaron un sólo memo. Qué es lo que tienen para ocultar”, preguntó Sandra Yametti, del GEN.
El oficialismo resolvió contextualizar la jornada en base a la experiencia con el Sabbatellismo. Y recordó que no tuvo observaciones (ni sanciones) del Tribunal de Cuentas de la Provincia hasta ahora.
“No decimos que somos honestos. Lo somos. Venimos a cambiar de verdad y ese cambio tiene que ver con ser sinceros y honestos. Darle a la gente infraestructura. No decimos que somos transparentes. Somos gente honesta que venimos a laburar para que el vecino cada día tenga una mejora”, apuntó la jefa de bloque de Cambiemos, Analía Zappulla, entrada la noche del viernes.
“El año pasado invertimos en obras, en seguridad, en Salud. Transformamos 120 cuadras que eran de tierra en calles asfaltadas con hormigón. Por eso uno de cada dos vecinos nos volvió a elegir. Hoy aprobamos el camino de transformación que está conduciendo Tagliaferro”, dijo. Y concluyó: “Uno de cada dos vecinos nos aprobó el año pasado”.
Aún en plena batalla dialéctica, se reconoció en el recinto que el Municipio elevó su tasa de cobrabilidad a un 83% en la TSG que pagan todos los vecinos, y al 80% en el caso de la TISH, que abonan comercios e industrias. “El municipio tiene un alto grado de autonomía”, admitió Karina Godoy, del bloque PJ. El 69% del Presupuesto depende de recaudación genuina, no de dinero que baja de Nación y Provincia. En Municipios como Hurlingham es al revés.
Si bien el Ejecutivo avanzó con la obra hídrica en Morón (Boquerón, French-Azquénaga) y Haedo, y la reparación y pavimentación de avenidas y el Puente Lebenshon, se excusó en la Nación por la postergación de algunos proyectos caros, como el Hospital o los planes de vivienda y urbanización, que pasaron para este año. Igual hubo partidas no ejecutadas.
“Hay previsiones que tienen en cuenta fondos de Nación y Provincia que por eventualidades de la gestión después no llegan. Hay licitaciones que quedan desiertas. No obstante, hubo intervenciones históricas. En 2017 se bachearon 68177m2 de calles, un incremento de 17% comparado con 2016. El 47% fue de hormigón”, apuntó el macrista Juan Nardo.
“Le sacan 100 millones al Hospital y le regalan 50 a una empresa (Urbaser) cara y que brinda un servicio de limpieza malo. Un ex empleado de la empresa no puede controlar”, asestó Laviuzza, quien tuvo hoy otro duelo personal.
Su colega del GEN también objetó el voto de Leandro Ugartemendía, secretario de Planificación hasta diciembre pasado.
Tras el cambio en la relación de fuerzas en el recinto, producto de las elecciones de 2017, hubo también otra forma de sumar las manos para los proyectos clave. Sin concesiones, el Ejecutivo aprovechó al máximo el voto desempate que tiene con la Presidencia del cuerpo, lo que generó que en cada debate la oposición saliera con el cuchillo entre los dientes.
La Rendición de Cuentas no fue la excepción, aunque fue más prolongada que bélica. Todavía quedaban algunas esquirlas de la batalla todos contra todos de la primera ordinaria del año, cuando se terminaron de acomodar las comisiones.
El oficialismo recordó la “falta de respeto” que sufrió Natalín Faravelli en su carácter de funcionaria y “mujer”, quien tuvo que aclarar que no había pedido licencia el año pasado para no perder la obra social durante el embarazo de su primogénito. El massista Jorge Laviuzza le había pedido disculpas, pero luego la denunció por “calumnias e injurias”.
En el recinto, esta tarde, la oposición denunció que tuvo poco tiempo. “Tuvimos 6 horas para revisar 3.5 millones de pesos”, que era casi el Presupuesto previsto para el año pasado. Y además acusó el Ejecutivo de “esconder expedientes”. “No contestaron un sólo memo. Qué es lo que tienen para ocultar”, preguntó Sandra Yametti, del GEN.
El oficialismo resolvió contextualizar la jornada en base a la experiencia con el Sabbatellismo. Y recordó que no tuvo observaciones (ni sanciones) del Tribunal de Cuentas de la Provincia hasta ahora.
“No decimos que somos honestos. Lo somos. Venimos a cambiar de verdad y ese cambio tiene que ver con ser sinceros y honestos. Darle a la gente infraestructura. No decimos que somos transparentes. Somos gente honesta que venimos a laburar para que el vecino cada día tenga una mejora”, apuntó la jefa de bloque de Cambiemos, Analía Zappulla, entrada la noche del viernes.
“El año pasado invertimos en obras, en seguridad, en Salud. Transformamos 120 cuadras que eran de tierra en calles asfaltadas con hormigón. Por eso uno de cada dos vecinos nos volvió a elegir. Hoy aprobamos el camino de transformación que está conduciendo Tagliaferro”, dijo. Y concluyó: “Uno de cada dos vecinos nos aprobó el año pasado”.
Aún en plena batalla dialéctica, se reconoció en el recinto que el Municipio elevó su tasa de cobrabilidad a un 83% en la TSG que pagan todos los vecinos, y al 80% en el caso de la TISH, que abonan comercios e industrias. “El municipio tiene un alto grado de autonomía”, admitió Karina Godoy, del bloque PJ. El 69% del Presupuesto depende de recaudación genuina, no de dinero que baja de Nación y Provincia. En Municipios como Hurlingham es al revés.
Si bien el Ejecutivo avanzó con la obra hídrica en Morón (Boquerón, French-Azquénaga) y Haedo, y la reparación y pavimentación de avenidas y el Puente Lebenshon, se excusó en la Nación por la postergación de algunos proyectos caros, como el Hospital o los planes de vivienda y urbanización, que pasaron para este año. Igual hubo partidas no ejecutadas.
“Hay previsiones que tienen en cuenta fondos de Nación y Provincia que por eventualidades de la gestión después no llegan. Hay licitaciones que quedan desiertas. No obstante, hubo intervenciones históricas. En 2017 se bachearon 68177m2 de calles, un incremento de 17% comparado con 2016. El 47% fue de hormigón”, apuntó el macrista Juan Nardo.
“Le sacan 100 millones al Hospital y le regalan 50 a una empresa (Urbaser) cara y que brinda un servicio de limpieza malo. Un ex empleado de la empresa no puede controlar”, asestó Laviuzza, quien tuvo hoy otro duelo personal.
Su colega del GEN también objetó el voto de Leandro Ugartemendía, secretario de Planificación hasta diciembre pasado.
Fuente: Un Medio en Morón
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