Pasado el impacto de sus victorias en bastiones del kirchnerismo, Ducoté, Tagliaferro, Grindetti y Valenzuela explican qué buscarán cambiar con su llegada a la gestión; los cuatro plantean que no tolerarán a los ñoquis y que se enfocarán en medidas contra la inseguridad.
domingo pasado se sacudió buena parte del mapa del conurbano bonaerense. Mucho ruido generaron las victorias de Cambiemos en distritos que llevaban años dominados por el peronismo, y algunos de ellos por el mismo intendente. Parte de ese impacto se produjo en Tres de Febrero, donde Diego Valenzuela es el nuevo intendente tras vencer a Hugo Curto, mandatario local durante 24 años. En Pilar, Nicolás Ducoté ganó la intendencia al superar a otro histórico, Humberto Zúccaro. En Morón y en Lanús, Ramiro Tagliaferro y Néstor Grindetti ganaron municipalidades que dominaba el kirchnerismo. Pero superada la sorpresa, estos nuevos intendentes que aporta Cambiemos se enfrentan ahora a la gestión, que los espera con desafíos en todas las áreas de gobierno. Reunidos por LA NACION, confían en honrar el nombre de la alianza que los llevó al poder y generar cambios.
"A diferencia de los últimos ocho años en Lanús, vamos a ser un Estado presente, con el intendente en la calle. Hoy el vecino está solo, no hay Estado. No hay seguridad, salud, infraestructura, no hay nada", afirma Grindetti al puntualizar los cambios que impulsará tras la gestión de Darío Díaz Pérez.
Ducoté plantea para Pilar un cambio basado en una gestión limpia. "Lo primero que vamos a hacer es tomar medidas a favor de la transparencia, como acceso a la información pública y organismos de control en manos de la oposición", indica.
Valenzuela y Tagliaferro enfatizan sobre las medidas contra la inseguridad. "Hay que crear una Secretaría de Seguridad, que no tenemos", señala el nuevo jefe comunal de Tres de Febrero. "Vamos a triplicar el presupuesto en seguridad", promete Tagliaferro, esposo de la gobernadora electa, María Eugenia Vidal.
Los cuatro proponen hacer más eficiente el trabajo de los empleados municipales.
"No es lo mismo laburar que no laburar, eso es fundamental para nosotros: los ñoquis se van. Hay vagos como en todas las profesiones, pero hay una gran cantidad de gente que necesita que el Estado le brinde condiciones de trabajo. En Lanús, hace tres semanas mandaron a empleados municipales a sus casas porque las ratas caminaban por los escritorios", resume Grindetti.
En Pilar, según Ducoté, hay que "refuncionalizar áreas que tienen carencias y otras en las que sobran recursos". El intendente electo plantea "un trabajo de auditoría y diagnóstico". Y subraya: "La práctica política que llevaron los barones no privilegiaba la gestión por sobre la utilización política".
Tagliaferro dice que, en Morón, "los empleados municipales cobran uno de los cinco sueldos municipales más bajos de la provincia y, con eso, tienen que pagar una de las cinco tasas más caras". Propone "recuperar la carrera municipal" a partir de una "mejora salarial y de devolverles un escalafón de carrera". Pero aclara: "Todo según el criterio de que hay que trabajar. El que no trabaja, afuera. No vamos a mantener ñoquis en Morón".
El nuevo intendente de Tres de Febrero remarca que "el problema es el uso de los recursos para la política, para mantener a amigos, punteros y ñoquis". Recuerda que les envió una carta a los empleados municipales prometiéndoles "trabajar con ellos".
Los cuatro nuevos mandatarios tuvieron un crecimiento de entre 30.000 y 40.000 votos entre las PASO y las generales. Grindetti subraya que el crecimiento, en Lanús, se debió al acompañamiento de María Eugenia Vidal y a que "muchos peronistas que no estaban con nosotros se acercaron y nos ayudaron".
Tagliaferro destacó el contacto con los vecinos a través del timbreo como una clave de su triunfo sobre Hernán Sabbatella, candidato del FPV en Morón y hermano del titular de la Afsca. Valenzuela le dio importancia al resultado de las primarias. "Haber llegado a un punto de Curto destrabó en la gente el apoyo al cambio y derribó el mito de que no se le podía ganar".
Para Ducoté, fue vital "duplicar esfuerzos". El nuevo intendente pilarense especificó: "Habíamos hecho un millón de boletas en las primarias, hicimos dos millones en la general. Teníamos 1070 voluntarios, pusimos 2200".
Responder a la demanda de seguridad es prioridad para Grindetti, Tagliaferro, Valenzuela y Ducoté. Encontrarán municipios en los que conviven distintas fuerzas y en los que el gobernador Daniel Scioli sumó efectivos de las policías locales.
Los cuatro plantearon sus reparos sobre la fuerza local impulsada por Scioli. "Necesita muchísima más capacitación. Es una buena iniciativa. Necesitamos más policía pero bien preparada, cuatro meses y medio no alcanzan", opina Ducoté.
"Una de las opciones es recapacitarlos, tal vez en módulos en el Instituto Superior de Seguridad Pública de la Ciudad de Buenos Aires", adelanta Tagliaferro.
Grindetti también quiere una mayor capacitación para los efectivos. "Arreglamos con la gente de la Policía Metropolitana para hacer recapacitación. Corren riesgo de vida, no están bien capacitados", advierte.
Para Valenzuela, las policías locales "son un paso adelante pero insuficiente". Especifica que, en su distrito, conviven "cinco fuerzas de seguridad: Prefectura, Gendarmería, Policía Bonaerense, la local y la Federal", por lo que reclama "ordenar el modelo de prevención policial en la provincia de Buenos Aires".
Entusiasmados por sus victorias, ven la transición con optimismo. Sólo Grindetti señala que tendrá una fuerte oposición local, encarnada por La Cámpora, que postulaba a la intendencia a Julián Álvarez.
"Zúccaro ya dijo que se retira de la política. Mantendremos un diálogo, porque estuvo doce años en el poder y tiene opiniones que podemos escuchar", analiza Ducoté.
"Le pedí a Curto ir a verlo de vez en cuando y consultarle cosas, porque estuvo 24 años y conoce el distrito y a la gente", coincidió Valenzuela.
Para Tagliaferro, "en Morón no está tan claro que el sabbatellismo vaya a ser la oposición. El peronismo de Morón no es sabbatellista, ni tampoco totalmente kirchnerista. Va a haber un reacomodamiento".
Grindetti toma recaudos. "Hay un peronismo tradicional que está dispuesto a acompañar; en el otro extremo, La Cámpora sigue yendo a los barrios y criticándonos. Espero una fuerte oposición de ellos", augura.
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