Goles son amores en Tapiales…
En cancha de Lugano, Centro Social Y Recreativo Español y Club Social Cultural y Deportivo Muñiz se mataron a goles para alegría del amante del fútbol y, por supuesto, de sus hinchas.
Porque el Gallego necesitaba ganar para intentar luchar por un espacio en el Reducido. Sin embargo, arrancaría lento, predecible y, el Rayo Rojo, sacaría máximos réditos de la situación. En tan solo 10 minutos, los del El Profe Insaurralde se pusieron en ventaja gracias a un centro de Moreyra y la aparición goleadora de Maxi Saura, primero, y minutos más tarde, el tiro libre que aprovechó #
En cancha de Lugano, Centro Social Y Recreativo Español y Club Social Cultural y Deportivo Muñiz se mataron a goles para alegría del amante del fútbol y, por supuesto, de sus hinchas.
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| Fotografía: Gentileza @Bundeslumpen |
Ponce, para estirar la ventaja.
Un rápido 2-0 que golpeaba a los de la dupla técnica Matías Modolo-Sergio Orsini que, sin embargo, sacarían fuerzas para despertar y emparejar la contienda. Y lo harían, también a través de los centros al área tras una pelota parada. En ambas ocasiones, el que saltaría más alto que todos sería Fernando Duré, para desatar la alegría en el local. Como suele ocurrir en el Gallego, Nicolás López se volvió, aún con sus intermitencias, un hueso duro de roer para la defensa visitante. Con su rapidez y habilidad era un constante desequilibrio en ofensiva y, de hecho, una jugada individual a pura gambeta derivó en el pase que, a los 12 del complemento, Da Silva aprovecharía para dar la vuelta al partido.
Centro se ponía 3-2 y daba vuelta un cotejo épico. Sin embargo, esa sonrisa no lograría quedar plasmada en el marcador. Es que, como sucedió en la primera etapa, la pelota parada sería la llave para quien supiera explotarla. Y, justamente, Muñiz volvería a hacer uso de ella. Un nuevo tiro libre cercano al área y un centro que desvió al 3-3, Ponce. El partido tenía ganas de más… Tiago Libares se haría gigante ante la llegada, mano a mano de Martínez Grance. Por su parte, Javier Balbuena se quedaría con el intento de Acuña. Luego, la aparición de Gómez (reemplazante de Nicolás López) derivaría en un conjunto de magros despejes y rebotes que, Aguirre no podría tan solo empujar al arco para el local. Más allá de estas chances, el resultado no se volvería a modificar.
Así, Centro Español y Muñiz, desde Lugano, regalaron al hincha un partido vibrante, cambiante y con dos elencos que dejaron todo cuanto tenían. Con errores, con virtudes, pero con la idea de siempre ir a por más… y además seis goles, para disfrutar
Un rápido 2-0 que golpeaba a los de la dupla técnica Matías Modolo-Sergio Orsini que, sin embargo, sacarían fuerzas para despertar y emparejar la contienda. Y lo harían, también a través de los centros al área tras una pelota parada. En ambas ocasiones, el que saltaría más alto que todos sería Fernando Duré, para desatar la alegría en el local. Como suele ocurrir en el Gallego, Nicolás López se volvió, aún con sus intermitencias, un hueso duro de roer para la defensa visitante. Con su rapidez y habilidad era un constante desequilibrio en ofensiva y, de hecho, una jugada individual a pura gambeta derivó en el pase que, a los 12 del complemento, Da Silva aprovecharía para dar la vuelta al partido.
Centro se ponía 3-2 y daba vuelta un cotejo épico. Sin embargo, esa sonrisa no lograría quedar plasmada en el marcador. Es que, como sucedió en la primera etapa, la pelota parada sería la llave para quien supiera explotarla. Y, justamente, Muñiz volvería a hacer uso de ella. Un nuevo tiro libre cercano al área y un centro que desvió al 3-3, Ponce. El partido tenía ganas de más… Tiago Libares se haría gigante ante la llegada, mano a mano de Martínez Grance. Por su parte, Javier Balbuena se quedaría con el intento de Acuña. Luego, la aparición de Gómez (reemplazante de Nicolás López) derivaría en un conjunto de magros despejes y rebotes que, Aguirre no podría tan solo empujar al arco para el local. Más allá de estas chances, el resultado no se volvería a modificar.
Así, Centro Español y Muñiz, desde Lugano, regalaron al hincha un partido vibrante, cambiante y con dos elencos que dejaron todo cuanto tenían. Con errores, con virtudes, pero con la idea de siempre ir a por más… y además seis goles, para disfrutar
Fuente: Bote a tierra
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