El Gobierno avanzó con el estudio de impacto ambiental que ordenó la Justicia Federal de San Martín en respuesta a un recurso de amparo. Espera que los resultados confirmen que los vuelos comerciales de Flybondi harán menos ruido que los aviones de la Fuerza Aérea.
El jueves pasado AA2000, la Fuerza Aérea, el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) y la Administración Nacional de Aviación Civil Argentina (ANAC) participaron del estudio de decibeles en la Brigada Aérea, que consistió en colocar sonómetros en cinco puntos distintos: La cabecera y la cola de la pista, otro en la cola; y en tres en puntos sensibles del barrio, como escuelas.
“Con el sonómetro se mide la intensidad del sonido a lo largo de todo el ciclo del avión (despegue y aterrizaje)”, precisaron tras el test del jueves pasado. En esta etapa se midieron aviones Hércules y Fokker de la Fuerza Aérea, que operan en el aeropuerto desde hace años y que, según creen en el Ministerio de Transporte de Nación, generan un 80% más de decibeles que un Boeing 737, como los que usará Flybondi.
La empresa Low Cost puso a la venta hace una semana los pasajes para sus 16 rutas aéreas y debutó con 10 mil boletos emitidos en un día. La jueza federal Martina Forns había hecho lugar al amparo de vecinos de Hurlingham y de El Palomar, con el respaldo político y legal de sectores del kirchnerismo. En 2010 la Brigada sirvió para vuelos comerciales, por reparaciones en el Aeropuerto Metropolitano. Se eligió allí, en lugar de la Base de Morón Sur (donde el sabbatellismo proyectaba abrir un aeropuerto) porque estaba en “mejores condiciones”.
Lo cierto es que tanto el Gobierno como Flybondi esperan tener todo resuelto judicialmente para fin de mes. El viernes 9 de febrero a las 7.45, está previsto el primer despegue desde la Base Aérea de El Palomar hacia el aeropuerto Pajas Blancas, en Córdoba.
Lucas Marisi, el abogado y vecino de Hurlingham que presentó el amparo, informó que el Gobierno no apeló la cautelar, por lo que sigue vigente. “No sólo pedimos estudio de impacto ambiental sino también alertamos por los polvorines cerca de la pista”, remarcó.
Ayer hubo una pequeña movilización frente a la Base. Advirtieron que la jueza frenó las obras pero los trabajos continúan. En rigor fue un amparo parcial. La terminal, a cargo de AA2000 avanza, pero no así los hangares, que afectarían un lugar de la Memoria y estarían cerca de arsenal. Nada que no pueda ser resuelto. La movida política detrás de las protestas explica por qué estas cosas no se debatieron antes.
Tras comenzar a vender tickets, el CEO suizo de Flybondi, Julian Cook, dejó una puerta abierta por si surgen trabas en la Base. “Si no es Palomar, hay posibilidad de operar en otros aeropuertos de Buenos Aires”, advirtió. Según el plan de Flybondi, a fines de febrero volará de El Palomar a Neuquén, Bariloche y Tucumán; en marzo a Corrientes, Jujuy y Mendoza; y en mayo a Bahía Blanca, Salta y Santiago del Estero.
Por su parte, el Municipio de Morón ejecuta trabajos en el entorno de la estación ferroviaria del San Martín, que incluye la construcción de un corredor seguro para los pasajeros que se acerquen en tren. A la par del estudio de impacto, en la Avenida General Paz, la Autopista del Oeste y distintas subidas a la Autopista 25 de Mayo, el gobierno ya colocó los carteles que indican el camino hacia el Aeropuerto.
“Con el sonómetro se mide la intensidad del sonido a lo largo de todo el ciclo del avión (despegue y aterrizaje)”, precisaron tras el test del jueves pasado. En esta etapa se midieron aviones Hércules y Fokker de la Fuerza Aérea, que operan en el aeropuerto desde hace años y que, según creen en el Ministerio de Transporte de Nación, generan un 80% más de decibeles que un Boeing 737, como los que usará Flybondi.
La empresa Low Cost puso a la venta hace una semana los pasajes para sus 16 rutas aéreas y debutó con 10 mil boletos emitidos en un día. La jueza federal Martina Forns había hecho lugar al amparo de vecinos de Hurlingham y de El Palomar, con el respaldo político y legal de sectores del kirchnerismo. En 2010 la Brigada sirvió para vuelos comerciales, por reparaciones en el Aeropuerto Metropolitano. Se eligió allí, en lugar de la Base de Morón Sur (donde el sabbatellismo proyectaba abrir un aeropuerto) porque estaba en “mejores condiciones”.
Lo cierto es que tanto el Gobierno como Flybondi esperan tener todo resuelto judicialmente para fin de mes. El viernes 9 de febrero a las 7.45, está previsto el primer despegue desde la Base Aérea de El Palomar hacia el aeropuerto Pajas Blancas, en Córdoba.
Lucas Marisi, el abogado y vecino de Hurlingham que presentó el amparo, informó que el Gobierno no apeló la cautelar, por lo que sigue vigente. “No sólo pedimos estudio de impacto ambiental sino también alertamos por los polvorines cerca de la pista”, remarcó.
Ayer hubo una pequeña movilización frente a la Base. Advirtieron que la jueza frenó las obras pero los trabajos continúan. En rigor fue un amparo parcial. La terminal, a cargo de AA2000 avanza, pero no así los hangares, que afectarían un lugar de la Memoria y estarían cerca de arsenal. Nada que no pueda ser resuelto. La movida política detrás de las protestas explica por qué estas cosas no se debatieron antes.
Tras comenzar a vender tickets, el CEO suizo de Flybondi, Julian Cook, dejó una puerta abierta por si surgen trabas en la Base. “Si no es Palomar, hay posibilidad de operar en otros aeropuertos de Buenos Aires”, advirtió. Según el plan de Flybondi, a fines de febrero volará de El Palomar a Neuquén, Bariloche y Tucumán; en marzo a Corrientes, Jujuy y Mendoza; y en mayo a Bahía Blanca, Salta y Santiago del Estero.
Por su parte, el Municipio de Morón ejecuta trabajos en el entorno de la estación ferroviaria del San Martín, que incluye la construcción de un corredor seguro para los pasajeros que se acerquen en tren. A la par del estudio de impacto, en la Avenida General Paz, la Autopista del Oeste y distintas subidas a la Autopista 25 de Mayo, el gobierno ya colocó los carteles que indican el camino hacia el Aeropuerto.
Fuente: Un Medio en Morón
1 comentario:
No conozco que sean públicas las pruebas de medición de ruido que realizaron en Palomar.
Pero pareciera que comparar el ruido de los esporádicos vuelos de Hércules y otros aviones militares, nada tiene que ver con la frecuencia de vuelos comerciales.
La zona quedará sometida a ruidos que individualmente pueden ser de menor intensidad pero más frecuentes, lo que genera también molestias.
Todo eso sin considerar que tendremos una constelación de aviones de baja costo girando sobre nuestras cabezas y casas. No se olviden de la low cost de Lapa.
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