La repavimentación de Rivadavia avanza en Haedo y llegará a Ramos Mejía

Hacen una nueva carpeta, tras casi 50 años en los que sólo hubo bacheos. La novedad es que tendrá un cordón central que separará los carriles.
Casi 50 años después de su último arreglo general, avanza la repavimentación de la histórica avenida Rivadavia, entre Haedo y Ramos Mejía. No sólo se trata de una nueva carpeta asfáltica sino que –a la altura de la famosa “curva”– hay un trabajo paralelo que busca solucionar un problema histórico: el embudo que se forma entre los pasos a nivel del Sarmiento y el Roca.

Los trabajos –que habían sido anunciados en enero– empezaron justamente en la Curva, y ya están a la altura de la calle Chacabuco, a unos 300 metros de la estación. Dentro del Partido de Morón avanzarán un kilómetro hasta el cruce con la calle Medrano, límite con La Matanza. Los trabajos se hacen mayormente de noche, para complicar lo menos posible la circulación vehicular.

“El proyecto involucra el desmonte de la calzada existente, el bacheo de hormigón en aquellos sitios donde las placas merezcan ser tratadas, y la colocación de una carpeta de asfáltica de nivelación para luego terminar el tratamiento con una carpeta de rodamiento de seis centímetros de espesor compuesta por concreto asfáltico modificado, que contiene polímeros que aumentan la durabilidad”, señala Leandro Ugartemendia, secretario de Planificación Estratégica de Morón y candidato a primer concejal por Cambiemos.

La mano que va a Capital quedará de 9,90 metros, delimitada en tres carriles, uno habitualmente utilizado para estacionar. La novedad es que construyen un cordón central de unos 40 centímetros que divide el sentido del tránsito. La otra mano, de igual ancho, tendrá una particularidad: se construirán bulbos, una extensión de la vereda para esperar los colectivos y que los vehículos no estacionen.

Trabajan de noche para no afectar el tránsito, aunque están condicionados por las lluvias.

En Morón calculan que terminarán la obra en septiembre porque atacan con dos frentes. Trabajan de noche para no afectar el tránsito, aunque están condicionados por las lluvias.

Como tareas complementarias a la obra, colocan señalizaciones horizontales y verticales, readecuan los sumideros (en algunos casos se instalaron nuevos), reacondicionan cordones y veredas, rampas para discapacitados, y crean dársenas para camiones de caudales. También proyectan el recambio de las paradas de colectivos.

Hay algunos cortes parciales y restricciones al tránsito. Paralelamente, en Haedo trabajan en el proyecto para mejorar la circulación en la “curva” que hace Rivadavia. En Ramos Mejía la obra sobre Rivadavia aún no arrancó. Tiene tres kilómetros de extensión y la Comuna ya había construido un cantero central, al que le colocó palmeras. A la altura de la estación está reducida en poco más de un carril por el obrador del soterramiento del ferrocarril Sarmiento, restricción que –adelantaron– seguirá por lo menos cuatro años.

Al igual que en Haedo, harán dársenas para pasajeros de colectivos, colocarán cartelería y señalización, y mejorarán el alumbrado público y los semáforos. Hoy, en especial del lado de la vías del Sarmiento, los refugios para colectivos están deteriorados. En algunos casos no hay carteles que indiquen las paradas y –en otros– los techos están rotos, por lo que la espera se hace a la intemperie.

Fuente: Clarín

No hay comentarios:

SOCIEDAD

SALUD