Y no fue definición al final. Ward lo tuvo para ganar, también para ir a una final con Ballester y se quedó sin nada. SAGVB estaba en casa, esperando que UNLu no pierda, y festejó el resultado final. Y los de San Fernando vivieron un día de gloria que puede agrandarse, vaya uno a saber cuándo.
Ballester le ganó fácil a Ferro, hizo su trabajo y esperaba el televisado como el tercero en discordia. Y en ese partido por TV, Ward empezó con una defensa semipersonal contra Pizarro, maniatando la ofensiva de UNLu. Nunca pudo mandar en el partido, pero WARD tenía parte de la batalla ganada si no dejaba al crack zurdo libre. El partido fue malo en lo técnico, pero al “Colegio” le convenía mucho un partido con pocos goles. O eso parecía.
El encuentro fue duro, tanto que por esa forma de jugar tuvo un quiebre. El momento “Fernández-Vainstein-Fernández” fue letal para WARD. Porque la roja para Juan Pablo no significó tanto para UNLu como la descalificación del “Colo” para los de Ramos Mejía. Fernández no estaba siendo decisivo en el choque, mientras que el zurdo era la bandera de su equipo. Ahí empezó a dibujarse la victoria del equipo de Robledo, que si bien perdió a Pizarro por un golpe descalificador de Horak, cuando volvió el “3” a la cancha lo hizo con todo.
El final fue apretadísimo. UNLu estaba uno arriba de la mano de Pizarro y la mejoría en defensa, pero con dos hombres menos iba recibir el último ataque. Pelota para un WARD que diseñó jugada. Nunca salió, no llegó a lanzar al arco por un mal pase y la fiesta fue celeste en el mundialista.
Los de Jung tenían todo para ganar y se fueron a casa en cero. UNLu, sin JP por suspensión, volverá a pelear por la gloria más de 20 años después, y lo hará contra el dueño del handball argentino. Será después del Panamericano, y andá a saber cómo estén los jugadores en ese entonces.
No hubo final, pero habrá final entre UNLu y Ballester. Dejamos todos ahí, para la vuelta de Toronto 2015. Gracias por un partido apasionante. Mal jugado, sí, pero con un nivel de suspenso enorme. Este torneo es así, como una película. A ver quién escribe la escena final.
Foto: Celebra Federico Fernández, UNLu estpa en la final. Cortesía de Germán Páez
El encuentro fue duro, tanto que por esa forma de jugar tuvo un quiebre. El momento “Fernández-Vainstein-Fernández” fue letal para WARD. Porque la roja para Juan Pablo no significó tanto para UNLu como la descalificación del “Colo” para los de Ramos Mejía. Fernández no estaba siendo decisivo en el choque, mientras que el zurdo era la bandera de su equipo. Ahí empezó a dibujarse la victoria del equipo de Robledo, que si bien perdió a Pizarro por un golpe descalificador de Horak, cuando volvió el “3” a la cancha lo hizo con todo.
El final fue apretadísimo. UNLu estaba uno arriba de la mano de Pizarro y la mejoría en defensa, pero con dos hombres menos iba recibir el último ataque. Pelota para un WARD que diseñó jugada. Nunca salió, no llegó a lanzar al arco por un mal pase y la fiesta fue celeste en el mundialista.
Los de Jung tenían todo para ganar y se fueron a casa en cero. UNLu, sin JP por suspensión, volverá a pelear por la gloria más de 20 años después, y lo hará contra el dueño del handball argentino. Será después del Panamericano, y andá a saber cómo estén los jugadores en ese entonces.
No hubo final, pero habrá final entre UNLu y Ballester. Dejamos todos ahí, para la vuelta de Toronto 2015. Gracias por un partido apasionante. Mal jugado, sí, pero con un nivel de suspenso enorme. Este torneo es así, como una película. A ver quién escribe la escena final.
Foto: Celebra Federico Fernández, UNLu estpa en la final. Cortesía de Germán Páez
Fuente: Superhandball
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