Junto con los corchos sin control; las cañitas voladoras y petardos siguen siendo las urgencias pediátricas más frecuentes durante las fiestas. “El uso infantil de cohetes y otros artefactos causa lesiones en manos, genitales y cara porque los chicos suelen llevarlos en los bolsillos”, explica la doctora Nora Rozen (MN 148.695), médica oftalmóloga del Instituto Zaldivar y la Fundación Zaldivar.
Un corcho puede convertirse en un misil capaz de arruinar la visión, puede provocar pérdidas parciales o totales de la visión, asegura la experta, quien aclara que el acto reflejo del parpadeo no sirve en estos casos porque un corcho o un tapón de plástico a una distancia normal de 60 centímetros demora menos tiempo que el mero acto de parpadear en impactar en el ojo.
“ Las lesiones que históricamente se trataron en esta época del año van desde sangrado interno del ojo y la ruptura de huesos hasta la pérdida del ojo”, recuerda la especialista.
Rozen hace hincapié en que los accidentes y lesiones más frecuentes en niños van desde simples escoriaciones corneales a lesiones que perforan el globo ocular con el consiguiente riesgo de infección y pérdida de visión.
“Si el caso es de un traumatismo directo, y hay compromiso visual, es imperativo el control oftalmológico ya que muchas lesiones pueden derivar en un glaucoma traumático , o lesiones retinales que en un primer momento no dan sintomatología”, alerta.
En tanto, añade que si ha ocurrido un accidente -ya sea con pirotecnia o fuego- lo primero que debe hacerse es colocar la zona afectada bajo un chorro suave de agua fría para limpiar y diminuir el dolor. “Si se ven lesiones en globo ocular, sin tocar ni colocar parches, debe ir inmediatamente al Hospital donde se evaluará la necesidad de derivar a un hospital pediátrico”, prosigue.
CONSEJOS CLAVE
“La recomendación principal es que los padres no compren pirotecnia, que por otra parte no está aprobada por el RENAR ni autorizada para venderse en la calle, ya que el tipo de composición de la pólvora la vuelve inestable”, enfatiza Rozen.
“Tampoco deben tocarse los elementos de pirotecnia aunque parezca que la mecha está apagada, deben neutralizarse con abundante agua y es aconsejable mantenerse alejado”, subraya, para luego agregar: “Los productos sonoros como petardos, batería de petardos y foguetas de tres tiros son los más peligrosos por su poder de estruendo”.
Por último, la especialista de la Fundación Zaldivar destaca que las medidas de prevención son simples: los niños no deben manipular pirotecnia ni objetos punzocortantes; la manipulación de botellas con líquidos a presión debe ser siempre supervisada por un adulto competente.
“Si bien los accidentes por pirotecnia y "corchazos" han disminuido, lo ideal es que estos eventos desaparezcan por lo que implican tanto para los niños como para la familia, cuando un padre o madre ve que un hijo pierde la visión o aún peor el ojo, uno como médico es testigo de la impotencia y sufrimiento, y muchas veces estos pacientes tienen que ser sometidos a varias cirugías con todo lo que esto conlleva”, concluye.
Fuente: Doctor Vid
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