“Estamos en peligro”, revelan en los talleres ferroviarios de Haedo

ASEGURAN QUE NADA CAMBIÓ DESDE LA TRAGEDIA
Los trabajadores de TBA exigen mejoras edilicias en las instalaciones que la empresa tiene en el partido de Morón. La intervención de la empresa refuta a los empleados que, mientras tanto, están en plan de lucha


Por Melisa Marturano
En conflicto y en alerta. Así se encontraban, al cierre de esta edición, los casi 50 trabajadores de los talleres que TBA, la concesionaria de la ex línea Sarmiento, tiene en Haedo. Allí, se arreglan algunas locomotoras y las formaciones de los dos ramales diesel que trasladan, según las estadísticas de la empresa, a los más de dos millones de pasajeros anuales que recorren los 157 kilómetros de vías entre Merlo y Lobos y entre Moreno y Mercedes.
Los empleados resolvieron realizar un paro durante una semana cuando no recibieron respuestas luego de reclamarle, durante 24 días, mejoras edilicias en las instalaciones a Raúl Baridó, a cargo de la intervención dispuesta después de la tragedia de Once. “Los problemas ya estaban antes del temporal (del 4 de abril pasado), pero todo se agravó después de la tormenta. 
Las condiciones de seguridad no existen; hubo compañeros a quienes se les cayeron cosas en la cabeza porque, adentro del taller, quedó mucho material colgando de los techos, y eso representa un peligro”, reclamó Diego Hormachea, delegado de la Lista Bordó, liderada por Rubén “Pollo” Sobrero, en diálogo con El1.
Ante este panorama y teniendo en cuenta la falta de respuestas, los trabajadores decidieron restringir sus tareas. 
Pero, durante el último fin de semana largo, la situación se agravó dado que, el sábado 28 de abril, Baridó dispuso licenciar a los empleados durante cinco días y se llevó algunas formaciones para que fueran reparadas, de manera tercerizada, en los talleres de la línea Roca. “Los compañeros se negaron y siguieron viniendo porque sabían que, si los dejaban hacer eso, iban a volver el miércoles y ya no iban a tener trabajo”, completó el gremialista.
El jueves pasado, este medio recorrió los talleres junto a Domingo Serratore y Sandro Sosa, delegados de la línea. Los materiales de trabajo en condiciones deplorables, la falta de herramientas y la sobreexigencia a las máquinas ya son moneda corriente en sus jornadas laborales.
Un rato más tarde, la empresa dispuso que una cuadrilla arreglara los techos que habían sido destruidos por el temporal, por lo que los trabajadores decidieron volver a sus tareas. Pero los reclamos por más inversiones continuarán.
“Seguimos trabajando en condiciones de cuarta”, criticó Sosa.
“En estado de alerta”A partir de la medida de fuerza planteada por los trabajadores, el domingo 29, Baridó emitió un comunicado en el que desmentía las versiones de los trabajadores de TBA y aseguraba: “La realidad es que, en virtud de que se encuentra en reparación el taller de Haedo, que sufriera la dureza del tornado, se procedió a hacer uso de la colaboración de distintas entidades estatales a fin de garantizar la prestación del servicio y la seguridad de la operación y de los pasajeros”.
Pero los empleados denunciaron que “el taller sigue en las mismas condiciones y, si hubiese habido voluntad, se podría haber arreglado en dos días”.
“Estamos en estado de alerta y movilización respecto a la intervención porque creemos que los interventores son funcionales a la empresa. Desde la tragedia a esta parte. No ha cambiado absolutamente nada; el servicio sigue igual, no se han traído los repuestos que se han prometido, sino todo lo contrario: este fin de semana, se han llevado locomotoras de los talleres de Haedo. Hasta que no se modifique la situación, mantendremos el servicio con las guardias mínimas”, explicó Luis Martínez, otro de los delegados de la Lista Bordó, al ser consultado por este medio.

En este sentido, los sindicalistas admitieron temer que, si las condiciones continúan de este modo, los talleres terminen cerrados, a pesar de que los mismos interventores reconocieron la necesidad de recuperación de esas instalaciones. “En Liniers, está pasando lo mismo y vemos cómo, sistemáticamente, se van llevando las locomotoras para repararlas en otros lugares. Nosotros estamos en condiciones de repararlas, siempre y cuando nos brinden los materiales necesarios. Las medidas que están tomando solo atentan contra nuestra estabilidad laboral, porque, si no nos quieren tercerizar, ¿por qué no llevaron los trenes a Liniers en vez de al Roca?”, reflexionó Martínez.
Fuente: El1Digital

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