Fuente: Diario La Barra
CARACTERÍSTICO LUGAR DE ENCUENTRO EN RAMOS MEJÍA
La Pizzería Las Palmas en la esquina de Belgrano y San Martín en Ramos Mejía (foto: conurbanos.blogspot.com)
Una comunidad cobra identidad cuando sus espacios y edificaciones se van manteniendo a través del tiempo. Ramos Mejía, como ciudad pujante y en pleno desarrollo, conservó hasta hace pocos años la particularidad de diferenciarse de otros lugares por sus calles, comercios, plazas, casas bajas, jardines frondosos.
Y también por sus habitantes fieles a su idiosincrasia, los que por varias generaciones fueron eligiendo los mismos sitios tradicionales en los que anteriormente habían sido habitúe sus mayores.
Hoy son pocos los lugares que resultan familiares. Nuevas y modernas empresas en pos del progreso y al servicio de la tecnología hicieron desvanecer un pasado resplandeciente que cobijó a muchos lugareños.La pizzería Las Palmas es uno de los últimos íconos de este proceso de cambio.
CARACTERÍSTICO LUGAR DE ENCUENTRO EN RAMOS MEJÍA
La Pizzería Las Palmas en la esquina de Belgrano y San Martín en Ramos Mejía (foto: conurbanos.blogspot.com)
Una comunidad cobra identidad cuando sus espacios y edificaciones se van manteniendo a través del tiempo. Ramos Mejía, como ciudad pujante y en pleno desarrollo, conservó hasta hace pocos años la particularidad de diferenciarse de otros lugares por sus calles, comercios, plazas, casas bajas, jardines frondosos.
Y también por sus habitantes fieles a su idiosincrasia, los que por varias generaciones fueron eligiendo los mismos sitios tradicionales en los que anteriormente habían sido habitúe sus mayores.
Hoy son pocos los lugares que resultan familiares. Nuevas y modernas empresas en pos del progreso y al servicio de la tecnología hicieron desvanecer un pasado resplandeciente que cobijó a muchos lugareños.La pizzería Las Palmas es uno de los últimos íconos de este proceso de cambio.
Ubicada en la esquina de Belgrano y Av. San Martín, uno de los lugares más céntricos de Ramos Mejía fue instalada en la década de los 60 como fiel exponente de aquella época. Pero a este símbolo del buen comer también le llegó su turno y el año pasado cerró sus puertas.
Como queriendo adecuarse a estos tiempos modernos puso fin a una etapa donde se priorizaba, café por medio, el encuentro y la tertulia con amigos para pasar a otra etapa en la que la comunicación es por «mensajito». No es casual que donde antes se podía degustar una porción de mozzarella, hoy se puede adquirir un celular.
Las Palmas, un edificio que se imponía en una esquina apabullada de gente y vehículos, no pasaba desapercibida a los transeúntes.
Desde lejos se podía ver su gran marquesina que invitaba a hacer un alto en el camino para deleitarse con un buen desayuno con exquisitas medialunas o una rica minuta al paso.
Con una estética ochentosa que conservó hasta sus últimos días, hacía gala de dos amplios salones, uno en planta baja climatizado y el otro en la planta alta con sus respectivos baños.
Atendida por un equipo de mozos experimentados y cordiales, dejó en la memoria colectiva un clásico lugar para el encuentro.
Las Palmas, un edificio que se imponía en una esquina apabullada de gente y vehículos, no pasaba desapercibida a los transeúntes.
Desde lejos se podía ver su gran marquesina que invitaba a hacer un alto en el camino para deleitarse con un buen desayuno con exquisitas medialunas o una rica minuta al paso.
Con una estética ochentosa que conservó hasta sus últimos días, hacía gala de dos amplios salones, uno en planta baja climatizado y el otro en la planta alta con sus respectivos baños.
Atendida por un equipo de mozos experimentados y cordiales, dejó en la memoria colectiva un clásico lugar para el encuentro.
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