Auto cayó en importante cráter y temen una tragedia

Por tercera vez, un conductor cae con vehículo incluido dentro de un reforma inconclusa que no tenía la correspondiente señal de alerta.
Nuevamente los vecinos de Ramos están problemas. En esta ocasión, tras una reforma inconclusa en la calle Espora, quedó un pozo de unos 70 centímetros de profundidad. El auto de Raquel Fazio fue el tercero en caer allí. Luego de 2 (dos) horas de trabajo, los vecinos lograron ayudarla y remover el vehículo, que todavía se encuentra en un taller mecánico.
“Esto fue la semana pasada, uno de los días de lluvia. Sucedió en Espora, cerquita de Avenida de Mayo. A mitad de cuadra hay un garaje muy grande que cubre las necesidades de todos los vecinos de Ramos Centro”, señaló Raquel Fazio a NCO.
En este sentido mencionó que se notaba que alguien sacó un cartel de desvío que estaba puesto para que los vehículos no intentaran pasar por esa calle. Sumado a esto, destacó que pese a la falta de aviso, era “obvio que algo iba a pasar por la profundidad del agujero”.
“El pozo no tenía una señalización. Solamente le habían puesto un cartel que con la lluvia, no sabemos si alguien lo sacó o se salió con el agua. De todos modos, eso marca que no estaba bien colocado”, mencionó la mujer.


Asimismo, recordó que cuando ya todo había sucedido, se bajó del vehículo y vio que en la vereda quedaban las cintas de protección, las cuales habían estado puestas al borde del cráter, de modo que aunque las hubiese visto, el final hubiese sido el mismo.
“De mitad de cuadra hasta la esquina, estaba todo el asfalto sacado, las piedras retiradas. Quedó como un pozo grande que con la lluvia se transformó en una pileta con fondo de barro, de modo que si se cae un nene, se ahoga por la profundidad que tiene”, explicó.
En este sentido, dijo que ella quiso meterse para colocar piedras y así hacerle pie al vehículo que cayó de trompa, pero que no lo logró por lo resbaladizo que resultaba. Fue así que los vecinos de la cuadra trajeron varios gatos hidráulicos y durante dos horas trabajaron para poder sacarlo del lugar.
“Estaba con agua, tiene el chasis roto entre otras cosas. Ahora está en el taller mecánico. Por suerte me lo pude llevar andando. Todo fue gracias a la gente, en especial a una chica embarazada que fue la que tuvo la idea”, reconoció.
Al respecto, admitió que si bien fue espantoso el momento que le tocó vivir, se siente a gusto por haberse encontrado con gente buena y solidaria que la ayudó sin poner pretextos.“Cuando me abandonó la grúa, yo no sabía qué hacer. Esas personas me dieron una gran mano”, concluyó.
Los entredichos
En el momento en el que los vecinos trataban retirar el auto, “el propietario del garaje se presentó como policía y me dijo que la culpa había sido mía, que me había caído allí porque venía muy rápido con el auto”.
“Me lo dijo a propósito. Es imposible venir velozmente en estas calles porque hay mucho tránsito, en ese momento llovía y además hay semáforos. Además, los frentistas me dijeron que el mío no es el primer vehículo que cae”, comentó.
“Esto es un desarreglo impresionante donde se ponen en juego muchas responsabilidades. Hay quienes hicieron una reforma y no la terminaron, además de no señalizar como corresponde porque, habiendo algo así y aún más tratándose de un día de tormenta, es lógico que el cartel de señalización debería de estar firme para que a los automovilistas no nos pase lo que ya venía ocurriendo”, remarcó.
Diario NCO

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