De esta manera esas divisas quedan por fuera del circuito productivo. Si comprás dólares y los sacas del banco, se computa como fuga legal. Pero ojo, porque los responsables de esa falta de dólares no son “les ciudadanos de a pie”, sino grandes fugadores.
¿Por qué la fuga es un problema?
Porque sistemáticamente la riqueza que se genera a través del trabajo, en vez de permanecer en el país, se escapa. No están disponibles para inversión, importaciones, consumo.
Entonces limita el crecimiento y el desarrollo, genera un aumento en la desigualdad en la distribución de ingresos y, a la larga, empeora las condiciones de vida de los trabajadores.
El dato que calcula el Banco Central (BCRA) como “formación de activos externos” comprende la compra de dólares en el país, de forma legal. Los especialistas sostienen que el monto total fugado duplica los cálculos oficiales.
¿Cuánto se fugó?
La exportación total de capitales al exterior ascendió, en el período macrista, a U$S 86.200 millones. Para tener una dimensión, equivale a garantizar 20 meses de salario de cuarentena de 30 mil pesos para 10 millones de personas.
Durante este período, la fuga estuvo muy ligada al esquema especulativo de la bicicleta financiera, facilitado por los instrumentos muy rentables que emitía el Banco Central (Lebac, Leliq) y todo el marco monetario de tasas de interés altas.
Sin embargo, hay que notar que el documento publicado por el Banco Central sólo examina el balance cambiario a partir de 2016, pero se abstiene de revisar esa cuenta para atrás.
Durante el ciclo de gobiernos kirchneristas (2003-2015), la fuga de capitales al exterior totalizó U$S 102.600 millones, según un cálculo del economista Guillermo Gigliani. Esta salida estuvo concentrada en 2007-2011, cuando se fugaron U$S 93.900 millones.
En ese período no está tan vinculada con un esquema de bicicleta financiera, sino de una sangría permanente de recursos mientras crecía el producto interno y de relativa abundancia de dólares impulsada por los altos precios de las materias primas, que se iban por otro lado.
Se calcula que el total de activos fugados en el exterior ascendería a U$S 400 mil millones de dólares. Esto es similar al Producto Bruto Interno (PBI) argentino. Pero además, más que supera el total de deuda pública externa. ¿Es entonces Argentina un país acreedor o deudor?
¿Quiénes fugan?
Si bien todas las compras de dólares que se sacan del sistema son considerados "fuga", quienes realmente mueven el estado de cosas no son los pequeños ahorristas que compran 100 o 200 dólares para resguardar sus ahorros en el colchón o en una caja de seguridad.
Muchos economistas del régimen dicen que el Informe del Banco Central sobre la fuga mostró que son muchísimos los compradores de dólares, tratando así de desligar de responsabilidades a los grandes fugadores.
De acuerdo al informe del Banco Central sobre el período macrista, el 1% de las mayores empresas compradoras durante el gobierno de macri (853 firmas) adquirieron el 73,8% de las compras netas de las empresas.
Entre las personas físicas, de 6.700 millones que compraron dólares, el 10 % compró el 64 %.
Pero además, Horacio Vervitsky en su portal El Cohete a la Luna develó al listado de los 100 mayores fugadores, tanto empresas como personas:
Personas Jurídicas (empresas): Telefónica, Pampa Energía, Wester Union, American Express, General Motors son los primeros cinco de la lista. Allí también se incluyen otras conocidas como el Grupo Clarín, Techint, Arcor, Aceitera General Deheza.
Personas físicas: Encabeza la familia Ezquenazi, sacando 100 millones de dólares. Tiene bancos, constructoras, ha sido contratista del Estado con la obra pública y vicepresidente de YPF con el gobierno de Cristina Kirchner. También la flia Werthein (Daniel fue vicepresidente de la DAIA). Y así tenemos banqueros, financistas, especuladores inmobiliarios.. No son sólo los amigos de Macri… muchos de ellos fueron los socios del kirchnerismo.
Estos verdaderos fugadores no son otra cosa que grandes empresarios, banqueros, especuladores y también propietarios de recursos estratégicos de la economía como la tierra. El gran capital, en definitiva.
¿Quiénes vehiculizan la fuga?
Los bancos de los grandes empresarios.
De acuerdo a Llorens y Cafiero, los bancos privados dieron curso al 80 % de la fuga en el año 2001: las principales entidades privadas involucradas fueron Citibank, Bank Boston, Banco Galicia, Banco General de Negocios y BBVA.
El HSBC aparece en 4040 cuentas investigadas por evasión y fuga de capitales. Para la renegociación actual de la deuda Martin Guzmán puso al HSBC como Agente Colocador.
Leandro Bona, economista que escribió “La Fuga de Capitales en la Argentina”, en una entrevista reciente que le hizo Gastón Remy (legislador provincial del PTS-FIT en Jujuy) contó el caso de un banco internacional, BNP Paribas, que estaba siendo investigado por otra cosa pero resulta que cuando fue a una sucursal la Policía y la AFIP encontraron en uno de los pisos (donde no paraba el ascensor) una verdadera cueva financiera, donde asistían los grandes fugadores. Son este tipo de bancos, de grandes empresarios.
¿Por qué fugan? ¿Qué expresa la Fuga?
Los capitalistas sacan las divisas porque no ven que tiene sentido invertir eso en un desarrollo productivo, ni tampoco financieramente. La lógica es la de las ganancias, y su lógica para con países como el nuestro es similar a la de un rentismo, invertir lo menos posible y sacarlo afuera.
Guillermo Gigliani expresaba que “La fuga de divisas es llevada a cabo por los capitalistas para quienes la enorme riqueza acumulada sobre la base del trabajo asalariado no tiene perspectivas de valorización ni productiva ni financiera en el espacio nacional”.
Fuente: Izquierda Diario
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