Conocida también como malaria, la enfermedad trasmitida por mosquitos infectados de la especie Anopheles hace ocho años que no es registrada en el territorio nacional. La Organización Mundial de la Salud certificó las medidas preventivas tomadas por Argentina y anunció su incorporación al consejo directivo de la institución.
Frente a una multitud reunida en el Palacio de las Naciones de Ginebra, la Organización Mundial de la Salud ratificó la ausencia prolongada de casos autóctonos de malaria en la Argentina y, de esa manera, la sumó, junto a Argelia, al listado de 36 Estados libres de la enfermedad trasmisible por picaduras de vectores infectados.
La Secretaría de Salud de la Nación informó que, desde hace ocho años, no se registran casos locales de paludismo, es decir, que no hubo transmisiones autóctonas de ninguna de las cuatro especies del parásito Plasmodium causantes de enfermedad (P. vivax, P. falciparum, P. malariae y P. ovale).
Los síntomas y las medidas de prevención para el paludismo o malaria se comparten con enfermedades como el dengue, fiebre amarilla, zika y chikungunya.
Los últimos casos de este tipo se dieron en 2007 en Misiones y, en 2010, en Salta, en los que hubo un total de 73 infectados. Desde entonces, los casos que se han detectado provienen de pacientes que contrajeron la enfermedad durante un viaje a un país endémico. Instituciones de salud pública de estas provincias y de Buenos aires fueron visitadas por la propia OMS para realizar su evaluación.
Según el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, en 2018 se confirmaron 23 casos importados de malaria: 19 notificados en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, y los restantes en Mendoza, Santa Fe y Córdoba. Se trataba de viajeros que llegaron de Venezuela, Nigeria, Perú, Tanzania, Camerún y Mozambique, la mayoría por motivos laborales.
En términos generales, el paludismo o malaria comparte las medidas de prevención con otras enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue, la fiebre amarilla, el zika y la fiebre chikungunya, cuando se viaja a alguna zona donde circula la enfermedad en la región, África o Asia. Incluyen el uso del repelente y prendas que cubran las piernas y los brazos. Los síntomas también son compartidos: fiebre, escalofrío, sudoración y malestar generalizado.
Además de recibir una certificación por haber eliminado la trasmisión local, Argentina comenzará a participar del consejo directivo de la OMS, de manera que será parte de la mesa de toma de decisiones sobre políticas de rectoría en salud pública global.
Fuente: El1Digital
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