Saocom está preparado para detectar inundaciones o incendios y crear mapas de glaciares.
El próximo sábado, antes de la medianoche, se lanzará el Satélite Argentino de Observación Con Microondas (Saocom) a bordo de un cohete Falcon 9 de la compañía SpaceX, la empresa del excéntrico millonario Elon Musk. El centro del evento, que promete pasar a la historia, será la base espacial Vandenberg, una instalación militar estadounidense ubicada en el condado de Santa Bárbara, California.
Saocom es un satélite para observación, pero a diferencia de los ópticos o los térmicos, que toman fotografías o miden temperatura, “su Radar de Apertura Sintética (SAR) opera en la porción de las microondas del espectro electromagnético”. Lo que significa que no depende de la luz solar para operar, por lo que no interfieren las condiciones climáticas ni la vista nocturna.
Compuesto por paneles y antenas que rondan las 3 toneladas y mide 4,7 metros de alto, cuenta con un radar que emite un pulso de microonda, lo que permitirá anticipar inundaciones, desastres naturales y crear mapas de desplazamiento de glaciares. Además, ofrecerá servicios para la agricultura e hidrología.
El mismo desplegará una órbita polar de baja altitud, que se utiliza para supervisar la Tierra y cubrir su superficie por completo; con un movimiento casi en círculo que completa cada órbita en unos 90 minutos, permitirá cartografiar globalmente la Tierra en gajos avanzando sobre las latitudes.
El próximo sábado, antes de la medianoche, se lanzará el Satélite Argentino de Observación Con Microondas (Saocom) a bordo de un cohete Falcon 9 de la compañía SpaceX, la empresa del excéntrico millonario Elon Musk. El centro del evento, que promete pasar a la historia, será la base espacial Vandenberg, una instalación militar estadounidense ubicada en el condado de Santa Bárbara, California.
Saocom es un satélite para observación, pero a diferencia de los ópticos o los térmicos, que toman fotografías o miden temperatura, “su Radar de Apertura Sintética (SAR) opera en la porción de las microondas del espectro electromagnético”. Lo que significa que no depende de la luz solar para operar, por lo que no interfieren las condiciones climáticas ni la vista nocturna.
Compuesto por paneles y antenas que rondan las 3 toneladas y mide 4,7 metros de alto, cuenta con un radar que emite un pulso de microonda, lo que permitirá anticipar inundaciones, desastres naturales y crear mapas de desplazamiento de glaciares. Además, ofrecerá servicios para la agricultura e hidrología.
El mismo desplegará una órbita polar de baja altitud, que se utiliza para supervisar la Tierra y cubrir su superficie por completo; con un movimiento casi en círculo que completa cada órbita en unos 90 minutos, permitirá cartografiar globalmente la Tierra en gajos avanzando sobre las latitudes.
Fuente: La Tecla
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