En un año, el mercado de trabajo sumó 243.549 nuevos desempleados. Ese número fue consecuencia de la suba de la tasa desempleo, que pasó de 8,7% a 9,6% anual, en el segundo trimestre del año.
El total de desocupados, si se proyectan los números del Indec a todo el país, fue de 1,9 millones. Pero la cantidad de argentinos con problemas de empleo es más significativa: 7,5 millones.
En un trimestre en el que la economía se desplomó por el impacto de la sequía y los primeros coletazos de la crisis cambiaria, el aumento de la desocupación no se debió directamente a la destrucción de empleo, sino más bien a un mayor estancamiento del mercado laboral.
Para los analistas consultados, los empleos creados no alcanzaron para absorber a la cantidad de personas que decidieron lanzarse en la búsqueda de un trabajo, muchos de ellos por la necesidad de sumar ingresos. Además, se precarizaron los empleos.
Según los datos del organismo que conduce Jorge Todesca, la tasa de actividad -las personas que buscan activamente empleo en el mercado laboral- pasó de 45,4% a 46,4%. En tanto, el empleo subió del 41,5% en el segundo trimestre del año pasado al 41,9% en el mismo período de este año. La tasa de ocupados demandantes -quienes necesitan otro empleo porque el que tienen no les alcanza- subió de 14,7% a 16%. En tanto, la subocupación aumentó de 11% a 11,2%, según el instituto.
Siempre a nivel del total de la población, se sumaron a la búsqueda laboral en el año analizado unas 641.935 personas. De ese número, hubo 398.384 que se agregaron a la clasificación de ocupados. En tanto, casi 250.000, como se mencionó antes, son los nuevos desempleados.
Otro dato que reveló el informe del Indec es que el desempleo sigue siendo más elevado entre las mujeres de de entre 14 y 29 años, las más jóvenes. En un año pasó de 19,8% a 21,5%. Sin embargo, la cifra también es más alta entre los varones jóvenes: subió de 15,4% a 17,3%. El empleo informal llegó al 34,3%.
Los números del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que procesa el Ministerio de Trabajo, mostraban ya en junio un mayor cambio de tendencia en la generación de empleo, sobre todo en la construcción, y una fuerte licuación salarial producto de los cambios en la cotización del dólar que sufrió el país en las últimas semanas.
Pero esos reportes de la Secretaría de Trabajo no reflejan lo que ocurre en el sector informal, que agrupa a un tercio de los trabajadores (un 45% si se toman en cuenta a los cuentapropistas). En ese sentido, según la Universidad Católica Argentina (UCA), pese a que el sector que trabaja en negro suele tener ingresos ajustables por inflación gracias a las prestaciones sociales, la situación de la actividad en general complica la situación de los trabajadores registrados, cuyos ingresos muchas veces aportan al mercado laboral informal. En esa sinergia estos trabajadores pierden "changas" y otros trabajos temporales.
La consultora internacional ManpowerGroup había alertado semanas atrás sobre las perspectivas de contratación de personal en el cuarto trimestre del año, que seguían siendo positivas en el neto ajustado por estacionalidad, pero mostraban el peor dato desde 2007 para ese trimestre. Según la consultora, hubo una fuerte desaceleración en la obra pública, mientras que el sector que parecía comenzar a despuntar era el asociado con la formación petrolera Vaca Muerta.
Además, analistas privados estimaron que los casi 400.000 ocupados nuevos no fueron al sector registrado, sino que casi en su totalidad terminaron entre los trabajadores independientes y la informalidad.
Todos los consultados por LA NACION llegaron a parecidas conclusiones. En el período analizado sí se crearon empleos, pero la falta de dinamismo del mercado laboral -sobre todo ante una empeorada situación económica- no consiguió absorber a la cantidad de personas que salieron a buscar trabajo. Además, los expertos creen que este fue un dato mejor a los que llegarán para el tercer y el cuarto trimestres.
"Estos son datos al segundo trimestre o sea previos a la disparada última del dólar que se dio a fin de agosto", afirmó Nuria Susmel, especialista de FIEL, que aclaró que la suba del desempleo se dio por el incremento de personas que buscan trabajo. "El comportamiento no difiere entre el Gran Buenos Aires y el interior", precisó y agregó: "El crecimiento del empleo que encontrás por sobre el año anterior son autónomos e informales. El empleo asalariado formal, ese sí se redujo".
El sociólogo Daniel Schteingart coincidió con el diagnóstico de Susmel. "Este es un trimestre en el que recién arranca la recesión. Pero lo peor se va a ver en el tercer y el cuarto trimestres, en los que vamos a ver más desempleo y pobreza", proyectó. Schteingart analizó el dato actual: "La suba se explica por el aumento de la tasa de actividad. Se da en un contexto de aumento del empleo, porque hay muchas más personas inactivas que ahora buscan activamente empleo, y algunas encuentran y otros que no".
El investigador del Instituto Estadístico de los Trabajadores (UMET) y de la Universidad de San Martín indicó que el mercado laboral ya comenzó a tener un comportamiento negativo. "Es mejor conseguir una changa que no conseguirla, claramente, pero está claro que cada vez se ven más problemas en el mercado laboral argentino. El empleo en blanco no crece mientras que el empleo en negro y el cuentapropismo, sí. Es un mercado laboral que se está precarizando, y este dato te muestra una intensificación de las malas noticias", cerró el especialista.
"Hubo crecimiento del empleo, pero insuficiente. Entraron 400.000 nuevas personas al mercado laboral, pero solo el 60% consiguió mientras que el 40% no lo encontró y sigue buscando", estimó en sintonía a LA NACION el especialista de Idesa, Jorge Colina. "También hubo incremento de los ocupados demandantes en 220.000. Esto mas el crecimiento de la Población Económicamente Activa sugiere que por la aceleración de la inflación mas gente necesita complementar sus actuales ingresos".
Por: Francisco Jueguen para La Nación
Para los analistas consultados, los empleos creados no alcanzaron para absorber a la cantidad de personas que decidieron lanzarse en la búsqueda de un trabajo, muchos de ellos por la necesidad de sumar ingresos. Además, se precarizaron los empleos.
Según los datos del organismo que conduce Jorge Todesca, la tasa de actividad -las personas que buscan activamente empleo en el mercado laboral- pasó de 45,4% a 46,4%. En tanto, el empleo subió del 41,5% en el segundo trimestre del año pasado al 41,9% en el mismo período de este año. La tasa de ocupados demandantes -quienes necesitan otro empleo porque el que tienen no les alcanza- subió de 14,7% a 16%. En tanto, la subocupación aumentó de 11% a 11,2%, según el instituto.
Siempre a nivel del total de la población, se sumaron a la búsqueda laboral en el año analizado unas 641.935 personas. De ese número, hubo 398.384 que se agregaron a la clasificación de ocupados. En tanto, casi 250.000, como se mencionó antes, son los nuevos desempleados.
Otro dato que reveló el informe del Indec es que el desempleo sigue siendo más elevado entre las mujeres de de entre 14 y 29 años, las más jóvenes. En un año pasó de 19,8% a 21,5%. Sin embargo, la cifra también es más alta entre los varones jóvenes: subió de 15,4% a 17,3%. El empleo informal llegó al 34,3%.
Los números del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que procesa el Ministerio de Trabajo, mostraban ya en junio un mayor cambio de tendencia en la generación de empleo, sobre todo en la construcción, y una fuerte licuación salarial producto de los cambios en la cotización del dólar que sufrió el país en las últimas semanas.
Pero esos reportes de la Secretaría de Trabajo no reflejan lo que ocurre en el sector informal, que agrupa a un tercio de los trabajadores (un 45% si se toman en cuenta a los cuentapropistas). En ese sentido, según la Universidad Católica Argentina (UCA), pese a que el sector que trabaja en negro suele tener ingresos ajustables por inflación gracias a las prestaciones sociales, la situación de la actividad en general complica la situación de los trabajadores registrados, cuyos ingresos muchas veces aportan al mercado laboral informal. En esa sinergia estos trabajadores pierden "changas" y otros trabajos temporales.
La consultora internacional ManpowerGroup había alertado semanas atrás sobre las perspectivas de contratación de personal en el cuarto trimestre del año, que seguían siendo positivas en el neto ajustado por estacionalidad, pero mostraban el peor dato desde 2007 para ese trimestre. Según la consultora, hubo una fuerte desaceleración en la obra pública, mientras que el sector que parecía comenzar a despuntar era el asociado con la formación petrolera Vaca Muerta.
Además, analistas privados estimaron que los casi 400.000 ocupados nuevos no fueron al sector registrado, sino que casi en su totalidad terminaron entre los trabajadores independientes y la informalidad.
Todos los consultados por LA NACION llegaron a parecidas conclusiones. En el período analizado sí se crearon empleos, pero la falta de dinamismo del mercado laboral -sobre todo ante una empeorada situación económica- no consiguió absorber a la cantidad de personas que salieron a buscar trabajo. Además, los expertos creen que este fue un dato mejor a los que llegarán para el tercer y el cuarto trimestres.
"Estos son datos al segundo trimestre o sea previos a la disparada última del dólar que se dio a fin de agosto", afirmó Nuria Susmel, especialista de FIEL, que aclaró que la suba del desempleo se dio por el incremento de personas que buscan trabajo. "El comportamiento no difiere entre el Gran Buenos Aires y el interior", precisó y agregó: "El crecimiento del empleo que encontrás por sobre el año anterior son autónomos e informales. El empleo asalariado formal, ese sí se redujo".
El sociólogo Daniel Schteingart coincidió con el diagnóstico de Susmel. "Este es un trimestre en el que recién arranca la recesión. Pero lo peor se va a ver en el tercer y el cuarto trimestres, en los que vamos a ver más desempleo y pobreza", proyectó. Schteingart analizó el dato actual: "La suba se explica por el aumento de la tasa de actividad. Se da en un contexto de aumento del empleo, porque hay muchas más personas inactivas que ahora buscan activamente empleo, y algunas encuentran y otros que no".
El investigador del Instituto Estadístico de los Trabajadores (UMET) y de la Universidad de San Martín indicó que el mercado laboral ya comenzó a tener un comportamiento negativo. "Es mejor conseguir una changa que no conseguirla, claramente, pero está claro que cada vez se ven más problemas en el mercado laboral argentino. El empleo en blanco no crece mientras que el empleo en negro y el cuentapropismo, sí. Es un mercado laboral que se está precarizando, y este dato te muestra una intensificación de las malas noticias", cerró el especialista.
"Hubo crecimiento del empleo, pero insuficiente. Entraron 400.000 nuevas personas al mercado laboral, pero solo el 60% consiguió mientras que el 40% no lo encontró y sigue buscando", estimó en sintonía a LA NACION el especialista de Idesa, Jorge Colina. "También hubo incremento de los ocupados demandantes en 220.000. Esto mas el crecimiento de la Población Económicamente Activa sugiere que por la aceleración de la inflación mas gente necesita complementar sus actuales ingresos".
Por: Francisco Jueguen para La Nación
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