“ME HACE FELIZ”, LE RESPONDIÓ A UNA JOVEN ESTUDIANTE UNIVERSITARIA QUE REVOLUCIONÓ LAS REDES SOCIALES AL CONTAR LA HISTORIA. LA CHICA DECIDIÓ QUE EL DINERO SE LO DARÁ A UN SEÑOR QUE JUNTA CARTONES EN LA ESTACIÓN.
Los pasajeros del tren Sarmiento fueron sorprendidos a bordo de la formación con destino a Moreno cuando un hombre empezó a repartir billetes de 200 pesos a bordo. El insólito gesto se viralizó en las redes sociales y los usuarios compartieron la inédita experiencia.
“Estaba en el tren Sarmiento yendo a la universidad, como todos los días, pero hoy fue distinto”, narró la joven Ayelén Bacco en su cuenta de Facebook. “Un hombre se acercó y les dio a todos los pasajeros la nota y $200 que se encuentran adjuntos. Nadie entendía nada, nos mirábamos entre todos. Muchos creían que estaba loco o no se encontraba bien”, continuó la estudiante. Y remató: “Me acerqué a decirle que no podía aceptarlo y su respuesta fue “regalalo, seguí con lo empecé, aprendé de chica”. Yo le pregunté: ¿Por qué lo hace? Él respondió: Porque me hace feliz”.
Los que tomaron la pequeña hoja que el Robin Hood del conurbano regalaba se encontraron con el billete azul y un peculiar mensaje: “Señoras y señores pasajeros, los invito a compartir esta experiencia. Lo opuesto a la ambición desmedida y la indiferencia, que tanto daño hace a los seres que queremos ser humanos, es la práctica de dar sin esperar nada a cambio. Lo poco o mucho que damos sin esperar nada a cambio nos ayuda a vivir mejor. ¡Practíquenlo!”.
Ayelén es vecina de San Antonio de Padua, estudia Ingeniería Industrial y ya decidió lo que va a hacer con la plata: se la va a regalar a un señor que junta cartones en la estación de trenes desde donde viaja a su destino cotidianamente. Seguir la cadena, de eso se trata.
“Estaba en el tren Sarmiento yendo a la universidad, como todos los días, pero hoy fue distinto”, narró la joven Ayelén Bacco en su cuenta de Facebook. “Un hombre se acercó y les dio a todos los pasajeros la nota y $200 que se encuentran adjuntos. Nadie entendía nada, nos mirábamos entre todos. Muchos creían que estaba loco o no se encontraba bien”, continuó la estudiante. Y remató: “Me acerqué a decirle que no podía aceptarlo y su respuesta fue “regalalo, seguí con lo empecé, aprendé de chica”. Yo le pregunté: ¿Por qué lo hace? Él respondió: Porque me hace feliz”.
Los que tomaron la pequeña hoja que el Robin Hood del conurbano regalaba se encontraron con el billete azul y un peculiar mensaje: “Señoras y señores pasajeros, los invito a compartir esta experiencia. Lo opuesto a la ambición desmedida y la indiferencia, que tanto daño hace a los seres que queremos ser humanos, es la práctica de dar sin esperar nada a cambio. Lo poco o mucho que damos sin esperar nada a cambio nos ayuda a vivir mejor. ¡Practíquenlo!”.
Ayelén es vecina de San Antonio de Padua, estudia Ingeniería Industrial y ya decidió lo que va a hacer con la plata: se la va a regalar a un señor que junta cartones en la estación de trenes desde donde viaja a su destino cotidianamente. Seguir la cadena, de eso se trata.
Fuente: Primer Plano
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