Con el 3,1% de julio, la inflación del año se proyecta arriba del 32% firmado con el FMI

Según el Indec, en julio la inflación de los últimos 12 meses ya acumula 31,2%. Lo más preocupante de las cifras de julio es que la inflación de "alimentos y bebidas" llegó al 4,1%, es decir que siguió el traspaso a precios del salto cambiario de mayo y junio.
En el acumulado de los primeros 7 meses del año, la inflación de alimentos ya asciende al 22%. Se complicaría desde septiembre el acuerdo con el Fondo Monetario. Las consultoras ahora pronostican para el año una inflación de alrededor del 34%. Pero bajo el supuesto de que no habrá más devaluaciones. Si el dólar sigue indomable, ese pasaría a ser el piso para 2018.

La inflación de julio, según el Indec, fue de 3,1%. Así acumula 19,6% en los primeros 7 meses del año 19,6%. Y en el acumulado de los últimos 12 meses (julio 2018/2017) suma 31,2%. Con estos números, para lograr que

Con estos números, para lograr que 2018 cierre en 32% en diciembre (límite máximo acordado con el FMI), la inflación debería desacelerarse al 2% mensual desde agosto. Algo muy difícil de lograr teniendo en cuenta el salto del dólar de agosto (de 28 a 30,70 pesos, por ahora) y a losaumentos de combustibles, trenes, colectivos, luz y otros precios regulados que impactarán este mes y en los meses siguientes. Solo una recesión muy profunda podría ponerle un tope a los precios en 32% para el cierre del año.

Si la inflación superara el 32% ya en septiembre --algo muy probable si la inflción de agosto superara el 2,5% y la de septiembre siguiera arriba de 2%-- entonces se suspenderían automáticamente los desembolsos del crédito stand-by firmado con el Fondo Monetario, y para destrabarlos se requeriría una votación especial en el Directorio del organismo. Antes, además, debería llegar una misión de técnicos de Washington para negociar con las autoridades del Banco Central un cambio en la política monetaria. En estos casos, la receta del FMI es simple: más apretón monetaria, con tasas de interés más altas, aunque ello significa profundizar la recesión en la economía real.

Lo más preocupante de las cifras de julio del Indec es que la inflación de "alimentos y bebidas" fue del 4,1%, es decir que siguió el traspaso a precios del salto cambiario de mayo y junio. En el acumulado de los primeros 7 meses del año, la inflación de alimentos asciende al 22%.

En julio, la “inflación núcleo” –sin contar precios regulados y estacionales—fue de 3,2%, y en lo que va del año acumula un alza de 19,7%. Esto significa que este año semejantes niveles de inflación no se explican por los aumentos tarifarios sino por la fuerte devaluación del peso. De hecho, en julio, el precio de la harina –muy atado al precio del dólar—volvió a subir 11,2% y productos de primera necesidad como los “fideos secos” aumentaron 5,2%.

Después están todos los aumentos de los precios regulados. En los primeros 7 meses del año, según el Indec, el costo del transporte a nivel nacional acumula un incremento del 28,4%, mientras que en los últimos 12 meses se encareció 40,9%. Mientras que el rubro “Vivienda, agua, electricidad y otros cambustibles”, que incluye desde alquileres y expensas hasta las tarifas públicas en el último año creció 47%.


Fuente: Plan M

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