Los equipos de Electrofisiología y de Cirugía de Tórax del Hospital realizaron por primera vez en la Institución una resección ganglionar para tratar a una paciente de 15 años, que se encontraba internada en la Unidad Coronaria y padecía arritmias catecolaminérgicas, una anomalía hereditaria intratable e irreductible hasta el momento.
La intervención quirúrgica fue realizada a partir de una toraxotomía mínima por endoscopía y los resultados fueron inmediatos, mostrando una disminución casi total de las taquicardias ventriculares, mejorando significativamente su pronóstico.
La cirugía es mínimamente invasiva y con muy bajo índice de riesgos y complicaciones, lo que permite una rápida recuperación y alta hospitalaria temprana.
Este tipo de procedimientos abre un nuevo panorama para el tratamiento de éste tipo de arritmias y pone a disposición de muchos pacientes un recurso que asegurará una mejor calidad de vida en pacientes que hasta el momento tenían un pronóstico desalentador.
Participaron de la intervención los Dres. Claudio de Zuloaga, Gustavo Costa y Romina Dal Fabbro del área de Electrofisiología y los Dres. Claudio Ruiz, Walter Otero y Emiliano Gloazzo del equipo de Cirugía de Tóraxica.
¿En qué consiste el procedimiento?
El sistema nervioso autónomo juega un rol muy importante en las diferentes arritmias cardíacas. Si bien muchas veces no es el generador de arritmias por sí solo, es un factor importante en el agravamiento de las mismas. Diferentes patologías como la cardiopatía isquémica o la chagásica en su etapa evolutiva se asocian a arritmias ventriculares de gravedades diversas, muchas de las cuales son de muy complejo tratamiento y requieren el implante de dispositivos como marcapasos o cardiodesfibriladores. No obstante a pesar de estos tratamientos, los pacientes siguen teniendo arritmias severas llamadas “tormentas eléctricas” que comprometen seriamente la calidad de vida, futuro laboral y la sobrevida.
Desde hace algunos años se ha demostrado la importancia del sistema simpático en estas arritmias y como exacerba la gravedad de las mismas, por lo cual se comenzó a actuar sobre los ganglios que inervan el corazón, fundamentalmente el ganglio estrellado.
Las intervenciones fueron desde el bloqueo farmacológico hasta la resección quirúrgica del ganglio y la cadena correspondiente. En principio se comenzó con resecciones parciales del ganglio estrellado izquierdo, y más recientemente se demostró que la resección parcial bilateral es netamente superior en el control de arritmias.
Asesoró: Sección Electrofisiología y Marcapasos
La cirugía es mínimamente invasiva y con muy bajo índice de riesgos y complicaciones, lo que permite una rápida recuperación y alta hospitalaria temprana.
Este tipo de procedimientos abre un nuevo panorama para el tratamiento de éste tipo de arritmias y pone a disposición de muchos pacientes un recurso que asegurará una mejor calidad de vida en pacientes que hasta el momento tenían un pronóstico desalentador.
Participaron de la intervención los Dres. Claudio de Zuloaga, Gustavo Costa y Romina Dal Fabbro del área de Electrofisiología y los Dres. Claudio Ruiz, Walter Otero y Emiliano Gloazzo del equipo de Cirugía de Tóraxica.
¿En qué consiste el procedimiento?
El sistema nervioso autónomo juega un rol muy importante en las diferentes arritmias cardíacas. Si bien muchas veces no es el generador de arritmias por sí solo, es un factor importante en el agravamiento de las mismas. Diferentes patologías como la cardiopatía isquémica o la chagásica en su etapa evolutiva se asocian a arritmias ventriculares de gravedades diversas, muchas de las cuales son de muy complejo tratamiento y requieren el implante de dispositivos como marcapasos o cardiodesfibriladores. No obstante a pesar de estos tratamientos, los pacientes siguen teniendo arritmias severas llamadas “tormentas eléctricas” que comprometen seriamente la calidad de vida, futuro laboral y la sobrevida.
Desde hace algunos años se ha demostrado la importancia del sistema simpático en estas arritmias y como exacerba la gravedad de las mismas, por lo cual se comenzó a actuar sobre los ganglios que inervan el corazón, fundamentalmente el ganglio estrellado.
Las intervenciones fueron desde el bloqueo farmacológico hasta la resección quirúrgica del ganglio y la cadena correspondiente. En principio se comenzó con resecciones parciales del ganglio estrellado izquierdo, y más recientemente se demostró que la resección parcial bilateral es netamente superior en el control de arritmias.
Asesoró: Sección Electrofisiología y Marcapasos
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