EL MEDIÁTICO JAVIER BAZTERRICA HABÍA SIDO DETENIDO EN UN CONTROL VEHICULAR EN VILLA SARMIENTO. SE PRESENTÓ DOS DÍAS DESPUÉS ANTE EL TRIBUNAL DE FALTAS Y EL ACEPTÓ EL CASTIGO.
No tenía los papeles del vehículo, estaba alcoholizado y tampoco llevaba consigo la licencia de conducir. 48 horas después se presentó en el tribunal de faltas, y quedó inhabilitado para manejar por seis meses porque tenía antecedentes de una contravención similar. Esa es la síntesis del último paso del gigoló Javier Bazterrica por Morón, quien fue detenido hace dos semanas en un control vehicular de rutina en Avenida Presidente Perón al 1200, de Villa Sarmiento, y terminó pasando uno de los momentos más traumáticos de su vida.
El sujeto en cuestión surgió a los medios hace algunos meses autodenominado como ‘el gigolo’, por la cantidad de mujeres que tenía a su alrededor y porque seducía chicas de la farándula para luego estafarlas.
Personal de la Dirección de Tránsito, del área de Seguridad Ciudadana y agentes de la Policía Local interceptaron un Fiat 500 color naranja metalizado y lo invitaron a presentar la documentación respectiva además de soplar la pipeta para confirmar que el conductor manejara en condiciones. Y ahí comenzó todo.
Luego de constatar que el chofer del auto no poseía licencia de conducir, el test de alcoholemia le dio positivo (0,87 gramos de alcohol en sangre, casi el doble del límite permitido). Pero no terminó ahí la historia sino que el personaje intentó coimear a la inspectora de Tránsito que le estaba realizando el control. Ante la negativa de la mujer y el refuerzo que significó la presencia en el lugar de la directora del área, Diamela Alvarito, el gigoló debió “esconder sus encantos” y retirarse del lugar por sus propios medios, ya que el coche quedó secuestrado por personal municipal.
El sujeto en cuestión surgió a los medios hace algunos meses autodenominado como ‘el gigolo’, por la cantidad de mujeres que tenía a su alrededor y porque seducía chicas de la farándula para luego estafarlas.
Personal de la Dirección de Tránsito, del área de Seguridad Ciudadana y agentes de la Policía Local interceptaron un Fiat 500 color naranja metalizado y lo invitaron a presentar la documentación respectiva además de soplar la pipeta para confirmar que el conductor manejara en condiciones. Y ahí comenzó todo.
Luego de constatar que el chofer del auto no poseía licencia de conducir, el test de alcoholemia le dio positivo (0,87 gramos de alcohol en sangre, casi el doble del límite permitido). Pero no terminó ahí la historia sino que el personaje intentó coimear a la inspectora de Tránsito que le estaba realizando el control. Ante la negativa de la mujer y el refuerzo que significó la presencia en el lugar de la directora del área, Diamela Alvarito, el gigoló debió “esconder sus encantos” y retirarse del lugar por sus propios medios, ya que el coche quedó secuestrado por personal municipal.
Fuente: Primer Plano
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