LAS ORGANIZADORAS AHORA ESTÁN PIDIENDO COLABORACIÓN PARA AYUDAR EN GRAN EVENTO DE ENTREGA, QUE ES EL SÁBADO. UNA ESTAMPIDA DE APOYO COMUNITARIO PARA UNA MOVIDA QUE LLEGA AL CORAZÓN.
Poco después de la navidad pasada, María Laura Companys recibió en su casa una visita un tanto inesperada. Era un hombre bajito, calvo, con tono de voz suave. Tocó el timbre y pidió hablar con ella. “Soy el padre Bachi”, le dijo. La mujer, sorprendida, corrió a abrir la puerta y lo invitó a pasar. Era el sacerdote Basilicio Brítez, de Villa Palito, en el Barrio Almafuerte, una de las zonas más calientes del duro y profundo conurbano bonaerense. Se sentaron a tomar unos mates y a charlar. El hombre había ido hasta allí a agradecer las cajas con productos navideños que las emotivas cartas que ciudadanos anónimos habían donado solidariamente para las familias que asisten al comedor parroquial del lugar. Se estrecharon un abrazo y se despidieron al rato. En ambas expresiones corporales estaba expuesta la satisfacción del deber cumplido.
Esa secuencia fue apenas un reflejo de ‘Nochebuena en el Oeste’, la movida armada para que en ningún hogar falte una cena en esa jornada tan sentida para todos. Motivadas por esa gratitud y por los resultados obtenidos, María Laura y sus coequipers Fernanda Supzeszyn, Virginia Dalmaso y Natalia Tirigay pusieron de nuevo en movimiento ese contagioso espíritu y volvieron a encontrarse con cientos, miles de argentinos con ganas de apoyar causas justas. Y novedosas.
A un día del final de ‘Proyecto Mochi’ ya lograron reunir cerca de 5500 mochilas. La cifra es estimativa y no certera porque las casas de las tres mujeres están desbordadas. Todos los días se suman de a decenas. “Perdimos la cuenta y estamos asignando comodines, o sea, comedores que quieren recibir sus mochilas y los dejamos en lista de espera para entregarles si nos sobran porque llegan sobre la hora”, le dijo Companys a Primer Plano On Line.

La movida, cuyo lema es “para que un niño cuya familia esté en situación de necesidad pueda empezar las clases como cualquiera de nuestros hijos”, es para juntar todos los elementos básicos e indispensables que cualquier pibe o piba necesita a la hora de empezar el año escolar. Se tiene que distinguir por sexo y edad, e incluir en el armado cuadernos, lápices, goma, plasticola, carpetas, biromes, regla… Todo lo que cualquiera de nosotros pone en la mochila de los chicos de la familia propia.
“El año pasado se cayeron aproximadamente un 10 por ciento, que no vinieron y ni siquiera avisaron, por eso queremos esperar hasta el recuento final para dar el número exacto. No queremos sobreestimar la cifra y después quedar en deuda con alguien”, aclaró Companys.
Ya en los últimos dos días de recolección, ahora los desafíos son otros. Están pensando en la jornada final, mañana sábado, cuando tengan que recibir todas las mochilas y organizar su entrega. Claro que es el trabajo que más satisfacción brinda, pero es arduo y cuasi científico. No puede haber errores en la distribución. Por eso, piden un esfuerzo más a la población que quiera sumarse para decorar la colecta con una última ayuda, fundamental por cierto. “Vamos a llevar todo al club y van a colaborar con nosotras un grupo de boy scouts, pero quienes puedan darnos una mano ese día serán bienvenidos”. El punto de encuentro es mañana sábado 18 de febrero de 10 a 16 hs en la sede del club LES QUATRE BARRES, ubicada en Machado 1560 de Castelar.
Esa secuencia fue apenas un reflejo de ‘Nochebuena en el Oeste’, la movida armada para que en ningún hogar falte una cena en esa jornada tan sentida para todos. Motivadas por esa gratitud y por los resultados obtenidos, María Laura y sus coequipers Fernanda Supzeszyn, Virginia Dalmaso y Natalia Tirigay pusieron de nuevo en movimiento ese contagioso espíritu y volvieron a encontrarse con cientos, miles de argentinos con ganas de apoyar causas justas. Y novedosas.
A un día del final de ‘Proyecto Mochi’ ya lograron reunir cerca de 5500 mochilas. La cifra es estimativa y no certera porque las casas de las tres mujeres están desbordadas. Todos los días se suman de a decenas. “Perdimos la cuenta y estamos asignando comodines, o sea, comedores que quieren recibir sus mochilas y los dejamos en lista de espera para entregarles si nos sobran porque llegan sobre la hora”, le dijo Companys a Primer Plano On Line.
La movida, cuyo lema es “para que un niño cuya familia esté en situación de necesidad pueda empezar las clases como cualquiera de nuestros hijos”, es para juntar todos los elementos básicos e indispensables que cualquier pibe o piba necesita a la hora de empezar el año escolar. Se tiene que distinguir por sexo y edad, e incluir en el armado cuadernos, lápices, goma, plasticola, carpetas, biromes, regla… Todo lo que cualquiera de nosotros pone en la mochila de los chicos de la familia propia.
“El año pasado se cayeron aproximadamente un 10 por ciento, que no vinieron y ni siquiera avisaron, por eso queremos esperar hasta el recuento final para dar el número exacto. No queremos sobreestimar la cifra y después quedar en deuda con alguien”, aclaró Companys.
Ya en los últimos dos días de recolección, ahora los desafíos son otros. Están pensando en la jornada final, mañana sábado, cuando tengan que recibir todas las mochilas y organizar su entrega. Claro que es el trabajo que más satisfacción brinda, pero es arduo y cuasi científico. No puede haber errores en la distribución. Por eso, piden un esfuerzo más a la población que quiera sumarse para decorar la colecta con una última ayuda, fundamental por cierto. “Vamos a llevar todo al club y van a colaborar con nosotras un grupo de boy scouts, pero quienes puedan darnos una mano ese día serán bienvenidos”. El punto de encuentro es mañana sábado 18 de febrero de 10 a 16 hs en la sede del club LES QUATRE BARRES, ubicada en Machado 1560 de Castelar.
Fuente: Primer Plano
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