Un año y medio después de que el ex intendente Lucas Ghi lo firmara, el Concejo Deliberante convalidó ayer el convenio con la Asociación Civil Doulas, un cuerpo de voluntarias que se incorporó al área de maternidad del Hospital de Morón, pese a los cuestionamientos de la Asociación de Obstetricia.
El expediente se aprobó en la sesión ordinaria de ayer, un año después de que pasara a comisión, debido a las dudas que había generado ese convenio. El Frente Renovador, que lo había frenado el año pasado, no lo acompañó, aunque sí lo hicieron el FPV, Cambiemos y el PS.
Esta semana, el sabbatellismo presionó para que saliera. En el gobierno habían señalado que el convenio estaba “en estudio”. Y a pesar de que había “dudas”, finalmente se acordó una salida salomónica, convalidada por el nuevo secretario municipal de Salud, Daniel Elía, que siguió el tema.
Las Doulas se reunieron con el Ejecutivo, tras lo cual, Cambiemos “se vio obligado a acompañar el dictamen del Frente para la Victoria de convalidar el acuerdo que permite que las doulas sigan realizando el maravilloso trabajo que llevan adelante en el hospital municipal. Los concejales de Cambiemos habían elaborado un dictamen que denegaba el convenio con las doulas”, celebró ayer el jefe del bloque, Hernán Sabbatella.
Doulas había llegado a Morón en junio de 2015 de la mano del sabbatellismo, que presentó ese convenio en el marco de la ley 25.929 de “parto respetado”.
La política sanitaria daba un giro de 360 grados por ese entonces. Doulas hacía campaña mediática y describía a los quirófanos de parto como lugares “impersonales” caracterizados por “un enjambre de profesionales” y proponía “volver a los orígenes”, es decir, las “comadronas” que asistían a las mujeres que no tenían a su alcance un hospital, en tiempos de subdesarrollo, aunque en este caso correr el riesgo era una opción personal.
Bajo la gestión sabbatellista se pasó de 15 años de un hospital obsoleto, con quirófanos desagradables, y un pabellón que servía de nursery pero donde estaba prohibido sacar fotos, a un edificio nuevo, donde directamente las mujeres podían elegir tener a sus hijos en un cuarto lleno de seres queridos y voluntarias y sin profesionales. Un “paradigma” sólo imaginable por funcionarios que fueron padres por métodos heterodoxos, como la actual senadora Mónica Macha y el ex intendente Martín Sabbatella, quienes recibieron a su única hija, Camila, en una bañera de su casa.
Pero el convenio no logró homologarse el año pasado, porque la Asociación de Obstetricia Argentina lo calificó como “ilegal” y amagó con una demanda.
“La Asociación como institución científica de Obstétricas apoya el voluntariado fundamentado por la Ley 25.855, que en ninguna parte de su articulado menciona a las «Doulas»”, que “debería nutrirse con estudiantes avanzados de las carreras médicas, especialmente de la obstetricia, quienes hemos desarrollado una capacitación integral de la mujer que incluye la contención y el acompañamiento de la embarazada”, indicó la AOA.
Los obstetras se reunían hace poco más de un año con el titular de la comisión de Salud del HCD, el massista Jorge Laviuzza, para anular este convenio.
En Cambiemos aclararon ayer que el municipio “delimitó” las funciones de las voluntarias y las redujo a la categoría de “asistentes” dentro del trabajo de parto y el parto en sí. Algo que, podría decirse, está dentro de los parámetros convencionales y contempla la contención psicológica materna.
Para la Asociación de obstetricia la presencia “de un familiar o afecto es beneficioso en el avance del trabajo de parto y parto”, aunque considera que “la presencia de un extraño viola el secreto profesional”.
Según la entidad, las Doulas “están violando la Ley Provincial 13.509 ya que están realizando cursos que debieran ser dictados y coordinados por una Profesional Obstétrica, Licenciada en Obstetricia o Médico Especialista en Obstetricia, quien deberá acreditar experiencia en la materia en las formas y condiciones que establezca la reglamentación”.
La AOA recomendaba al entonces intendente Ghi “analizar las verdaderas causas de lo que sucede en el hospital”: “Falta de personal obstétrico suficiente”, en vez de repararlo “mediante la inclusión de «Doulas» que ponen en riesgo la salud materno infantil”.
Por lo pronto, el “volver a los orígenes” que se propone como paradigma atenta contra ciertas recomendaciones básicas de la Organización Mundial de la Salud.
“Hasta dos tercios de fallecimientos de recién nacidos pueden evitarse si se aplican medidas sanitarias conocidas y eficaces en el parto y durante la primera semana de vida”, sostiene el informe de 2016, que ilustra: “El 80% de esas muertes se explica por nacimiento prematuro y bajo peso al nacer, las infecciones, la asfixia (falta de oxígeno) y los traumatismos en el parto”.
“Los orígenes” de la humanidad no contemplaban los cuidados que hoy aporte la ciencia. Y aunque hay elecciones personales, “la atención de salud profesional durante el embarazo, el parto y el período postnatal (inmediatamente posterior al parto) evita complicaciones a la madre y al recién nacido, y permite la detección y tratamiento tempranos de problemas de salud”, recomienda la OMS.
“En los países en desarrollo, casi la mitad de las madres y recién nacidos no reciben cuidados profesionales durante el parto y posparto. Aunque los partos en el hogar son muy comunes, solo el 13% de las mujeres reciben atención postnatal en las primeras 24 horas “, recuerda la Organización.
Fuente: Un Medio en Morón
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