Handball: Ward lo hizo de vuelta

Lo de Rodolfo Jung es cosa seria: Ward se quedó con el tercer Super-4 de su historia tras vencer a Ferrocarril Oeste 22-21 en la final de ayer disputada en Lomas. El equipo de Ramos Mejía, campeón del Metropolitano Clausura, dió vuelta un partido durísimo ante uno de los rivales que mejor Handball había desplegado.
Cuando no está uno, aparece el otro. Todos juegan, todos piensan. Así se presentaba esta versión 2015 del Colegio Ward que venía de apabullar a Un.Lu. el día sábado y que tenía que enfrentar a la revelación del año. Con 2 bajas importantísimas para el segundo semestre, porque hay que recordar siempre que Pablo Vainstein y Gastón Mouriño, dos piezas clave en la escuadra wardense, dejaron el club a mitad de año para migrar al Handball español, el equipo de Jung apeló a su mejor faceta colectiva para llevar adelante la hazaña.

Sin embargo, el vigente rey metropolitano iba a chocar de frente contra un muro verde en la primera mitad. Ferro salió a matar: atajando, corriendo, contragolpeando, goleando. Porque el conjunto de Diego Cajales, metió un parcial 2-6 de novela durante el primer cuarto de hora maniatando a su rival, cuándo no, con un Manuel Crivelli sensacional y con un superlativo Matías Chedrese bajo los 3 palos.

Rodolfo Jung pidió su primer tiempo muerto, agitó el avispero, le pidió muchísima más movilidad a sus hombres y, a partir de ahí, se produjo la primera gran remontada de Ward para meter un parcial de 4-0 que lo ponía una vez más en carrera. Llegaban los primeros de Basile, Gotuzzo y Horak desde la punta. Crivelli no podía entrar mucho en juego por la personal.

De cualquier manera Ferro no se iba a dejar amedrentar e iba a desplegar su mejor cara en los últimos minutos de la primera mitad. Aprovechando las superioridades numéricas por exlusión, llegando a los 6 metros y corriendo absolutamente todas las pelotas, en especial, en el repliegue defensivo, que le impedía a su oponente, poder contragolpear. Por eso volvía a despegarse en el marcador, para irse al entretiempo 11-7 arriba en el tablero.

Los primeros 10 minutos del complemento siguieron siendo del verdolaga que, con igual tónica y manejando las mismas fórmulas, mandaba 14-10. Y fue en el siguiente tramo del partido que aparecieron 2 factores de ruptura: Las atajadas de Christian Canzoniero y los goles de Mariano Basile, haciendo las veces de goleador. Ward daba vuelta las cosas (16-15) con 15 minutos por jugar y se hacía dueño en Lomas.

A partir de ahí la experiencia se iba a imponer, porque Ferro remaría y de atrás. Ward sacaba rápidamente 2 y 3 goles de diferencia y se convertía en amo y señor. Las guapeadas de Crivelli le ponían color al partido, al igual que la descalificación por acumulación de Arias, pero nada iba a poder torcer el rumbo de la final.

Con un 22-21 final, Ward se volvió a proclamar campeón del Super4 y coronó un año sensacional, una transición de recambio dónde se encontraron jóvenes valores (como los Vega) y no tan jóvenes anexos, que se supieron acomodar y amoldar al esquema propuesto por la cabeza técnica del equipo. Porque Colegio tuvo a un Amato brillante, a un Horak intratable desde el extremo, a un Cantore cerebro, pero también, porque supo amalgamar a un Dardo Gotuzzo que rindió al 120% o porque supo repatriar a Mariano Basile, un símbolo de la historia del club. Y qué decir de los arqueros, porque la dupla se convirtió en tridente, porque Krimer se sumó a Rodriguez Rosas y a la gran Garza Canzoniero... y no nos olvidemos de los todo terreno: Ferrantelli y Smalc.

Del otro lado cayó de pié la revelación del año, el equipo que mejor Handball puro jugó, que desplegó talento constante dentro del 40 x 20, que tuvo, tal vez a uno de los planteles más largos con enormes rendimientos viniendo desde la banca y que supo crecer, porque en el Apertura la peleó bien abajo, pero luego, con las vueltas de Arias, Taurián y la oprimización de Marco Arce, armó un equipo que en solo un semestre supo atrincherarse en el podio. Un equipo que le sumó la juventud de Sardi, Szpiegiel, López Mon o Cotignola, a la experiencia de Finkelstein, Muñoz, América, Bustamante y Betous, que armó una columna vertebral envidiable, de las mejores del país, empezando por uno de sus pilares más robustos, su arquero, Matías Chedrese y terminando por el mejor central que tiene hoy nuestra Liga, Manu Crivelli.

Síntesis

Colegio Ward:
Canzoniero, Krimer, Rodriguez Rosas, Basile (6), Cantore (2), Ferrantelli (2), Amato (2), Horak (3), Gotuzzo (4), Benitez, Acevedo, Vega (1), Laraigne, Smalc (2).
DT: Rodolfo Jung

Ferro Carril Oeste:

Chedrese, Devida, Breuer, Betous, Szpigiel (1), Arias (3), Finkelstein (1), Taurian (1), Sardi (2), Bustamante (1), Cotignola, López Mon, América (1), Crivelli (7), Arce (2), Muñoz (2).
DT: Diego Cajales

@gastonrudich para SúperHandball

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