Cada día, en la Argentina mueren 20 mujeres por esta enfermedad debido en gran parte a que el 45% de ellas no hace su chequeo mamario anual; especialistas explican que la mayoría puede salvar sus vidas si detecta el cáncer a tiempo.
carse y hacerse una mamografía anual. Esos son dos actos simples y sin dolor que podrían salvar la vida de millones de mujeres en el mundo y miles en la Argentina, donde mueren 20 personas enfermas de cáncer de mama cada día, por no haberlo detectado a tiempo.
A esa conclusión llegaron los expertos consultados por LA NACION con motivo de celebrarse hoy el Día Mundial contra el Cáncer de Mama.
"Según datos de la Organización Mundial de la Salud, una de cada ocho mujeres desarrollará cáncer de mama en algún momento de su vida, es decir 80 cada 100.000 habitantes, y también hay estadísticas que demuestran que en los últimos años aumentó la incidencia de la enfermedad, con un 31 por ciento respecto de todos los tumores femeninos", destacó la doctora Valeria Cáceres, jefa de Oncología Clínica del Instituto Ángel Roffo.
La oncóloga explicó que afortunadamente, si el cáncer de mama se detecta en forma temprana, existen amplias posibilidades de éxito en el tratamiento: aquellos tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación.
"Esto es particularmente importante ya que en esta patología el pronóstico está estrechamente ligado al momento de la detección: un diagnóstico temprano evita y/o disminuye en gran medida la realización de procedimientos quirúrgicos radicales, atenuando la repercusión psíquica y socio-familiar que producen tanto la propia enfermedad como su tratamiento", afirmó Cáceres.
Ir al médico con síntomas
La especialista detalló que alrededor del 70 por ciento de los casos diagnosticados se deben a la consulta del paciente ante alguna sintomatología y no al diagnóstico temprano, por lo que "todavía no hay mucha conciencia sobre la importancia de la consulta regular".
"En cuanto a prevención, se recomienda realizar desde mamografías para la detección de lesiones tempranas o tumores no invasores, hasta el consejo genético a familiares de pacientes portadores de cáncer de mama", agregó la también directora de la carrera de Especialistas en Oncología de la Facultad de Medicina de la UBA.
En cuanto al tipo de test recomendado, remarcó la importancia del autoexamen mamario mensual a partir de los 20 años, el examen clínico mamario anual a partir de los 30 y la mamografía a partir de los 35. En aquellos casos que presenten antecedentes familiares de cáncer antes de los 50 años, las mamografías deberían comenzar 10 años antes de la edad a la que se presentó dicho tumor.
Si bien no se conoce con exactitud qué mecanismos desencadenan la enfermedad, se sabe que los siguientes factores incrementan el riesgo de desarrollarla: ser mayor de 50 años, tener antecedentes personales de enfermedad benigna de mama, antecedentes familiares de cáncer de mama, tratamiento con radioterapia dirigida a la mama o el tórax, y un tratamiento con hormonas, como estrógeno y progesterona.
"El resto de las causas, como haber tenido la menstruación a edad temprana o no haber tenido hijos, están en discusión, pero no están probadas por estudios científicos", aclaró Cáceres.
Cáncer de mama en la Argentina
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, se estima que en nuestro país cada año se producen casi 20.000 casos de cáncer de mama, lo cual representa el 18% del total de incidencia de cáncer.
Luego del Uruguay, la Argentina es el país de América con la tasa de mortalidad más alta, con 20,1 defunciones por cada 100 mil mujeres, afectando mayoritariamente a las mujeres de entre 45 y 70 años de edad, mientras que sólo el 1% de los casos de cáncer de mama se presenta en hombres.
Cáceres comentó que "afortunadamente hoy existen nuevos tratamientos para el cáncer de mama, que se caracterizan por ser nuevas moléculas diferentes a la clásica quimioterapia".
"Son medicaciones específicamente dirigidas a bloquear un blanco específico en la célula tumoral, o bien moléculas que revierten la resistencia a la terapia hormonal. Esos agentes se aplican en enfermedad avanzada, pero dados sus excelentes resultados se están haciendo estudios clínicos también en enfermedad temprana", aclaró Cáceres.
Para Irene Marcet, presidenta del Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (Macma) y sobreviviente de cáncer de mama, "muchas mujeres demoran la consulta con el médico por ignorancia o por temor.
"Sabemos que más de un 40 por ciento no se realiza la mamografía anual"
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"Sabemos que más de un 40 por ciento no se realiza la mamografía anual. El miedo a la palabra 'cáncer' y el hecho de asociarla con la muerte, en muchos casos paraliza. La tarea de concientizar a la comunidad a veces se hace difícil porque nadie quiere escuchar hablar de cáncer. Como si de esa manera dejara de existir", afirmó Marcet.
"Desde Macma no sólo brindamos contención psicológica y emocional a las mujeres que padecen la enfermedad, sino que además organizamos talleres, grupos de apoyo y ofrecemos mamografías gratuitas a quienes no tienen obra social", apuntó.
Pérdida de la mama
Sufrimiento, frustración y pérdida son las palabras que suelen asociarse a una persona con cáncer de mama que debe atravesar una mastectomía. La cirugía para tratar el cáncer de mama a menudo resulta en una alteración significativa de la mama de las mujeres y puede tener un grave impacto sobre la calidad de vida.
"La palabra cáncer suele ser significativa de muerte, no obstante según el testimonio de distintas mujeres que padecieron cáncer de mama, cuando les hablaron de la mastectomía la consideraron como una posibilidad para la vida y transmiten un mensaje de esperanza", explicó el doctor Horacio Mayer, subjefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Italiano.
Adriana, comerciante y madre de un niño de 16 años, cuenta: "Me diagnosticaron cáncer de mama lo primero que le pregunte al doctor era si me iba a morir; por eso cuando me dijeron de la mastectomía no lo pensé como una pérdida sino como una posibilidad de vivir. Luego me hice la reconstrucción y no tuve ningún tipo de trauma, sino que lo viví como una oportunidad, un aprendizaje. Siento que a pesar de lo que me pasó estoy feliz y completita".
Según el especialista, "la mayoría de las mujeres que han tenido una mastectomía completa o parcial (extirpación de todo o parte de la mama y el pezón) pueden considerar realizarse la reconstrucción mamaria".
En tanto, el doctor Hugo Loustau, jefe del mismo servicio de cirugía plástica, explicó que "la reconstrucción inmediata ha demostrado ser una opción segura para muchas mujeres pues está conectada con mayores tasas de supervivencia, lo que se atribuye a la mejora de la autoestima y sensación de bienestar del paciente".
"Las mujeres interesadas en la reconstrucción en el momento de la mastectomía deben pedirle a su mastólogo la derivación para ver a un cirujano plástico. Hay que considerar que cada caso es único, con meses o inclusive años de espera por la radioterapia aplicada y es importante analizar qué tipo de reconstrucción es la más adecuada para cada mujer", destacó el director de la Unidad Académica, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Fuente: La Nación
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