Más de sesenta personas resultaron heridas ayer cuando una formación ferroviaria chocó contra otra que estaba estacionada en la estación Sarandí de la línea Roca, en el partido bonaerense de Avellaneda.
Un joven, que viajaba colgado de los estribos del último vagón, se arrojó al vacío, a la altura del viaducto, al ver venir el otro tren, y sufrió heridas de gravedad, según informó el segundo jefe de los bomberos de Sarandí, Norberto Bianchi.
Según agregaron las fuentes, los heridos fueron trasladados a los hospitales Fiorito, Finochietto y de Wilde, en el partido de Avellaneda.
EMBESTIDA POR ATRÁS
El choque ocurrió cuando una formación que se dirigía de Plaza Constitución, en la Capital, a La Plata estaba detenida sobre el viaducto y fue embestida desde atrás por otra que cumplía el "circuito Temperley", dijo a la agencia Télam un vocero de Metropolitano, la empresa que tiene en concesión el servicio.
La información fue confirmada por Alberto Trípodi, director de Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires.
Algunos testigos presenciales indicaron a la prensa que el primer tren permanecía parado en la estación debido a que dos niños, presuntamente del pasaje, habían descendido a las vías y eran buscados por personal de a bordo para evitarles riesgos.
Por causas aún no esclarecidas, la otra formación recibió la luz verde que la autorizaba a avanzar y atropelló al primero, aunque a velocidad reducida, ya que se aprestaba a parar en la misma estación, por lo que no hubo descarrilamiento.
Sin embargo, debido a que los coches iban colmados, muchos pasajeros viajaban en los estribos y colgados, por lo que hubo más de medio centenar de heridos de distinta consideración.
A MÁS DE 10 METROS
Uno de los más graves era un hombre de unos 35 a 40 años que cayó desde el viaducto a la calle, a más de 10 metros de altura, informaron los bomberos.
"Fue terrible, un sacudón. Cuando bajé del tren y lo vi pensé que era la máquina que había descarrilado. Me asusté cuando vi que se había venido la otra máquina encima", dijo a la prensa un hombre que viajaba en la formación embestida.
"El tren estaba detenido, sentimos una bocina y enseguida el golpe", agregó otro pasajero.
Tras el susto inicial, y mientras los expertos de Bomberos y de la empresa concesionaria realizaban los peritajes de rigor, los pasajeros ocuparon las vías para reclamar que los trenes volvieran a correr para poder así llegar a destino. Alrededor de las 21.40, el servicio se había reanudado parcialmente.
Ni directivos de Metropolitano ni el personal interviniente en el operativo de rescate pudieron precisar por qué la segunda formación no había frenado, pero se evaluaban dos hipótesis: una falla técnica o una falla humana. Del operativo de emergencia participaron unas 80 personas, entre bomberos y personal de Defensa Civil, además de una red de ambulancias especializada para esta clase de accidentes, con más de 40 unidades. .
Fuente: La Nación
Fuente: La Nación
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