Se trata de un virólogo que lidera un equipo de expertos en Canadá que encontró la forma de “exponer” al virus para que las células del sistema inmunitario maten a las infectadas.
La dificultad para matar a las células con VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) es que el viruses una cámara herméticamente cerrada que hasta ahora nadie pudo romper. Por eso, aunque los contagiados tienen la capacidad de matar sus células, el virus consigue protegerse. Lograr que se abra para volverse más vulnerable, puede ser clave en la lucha contra la enfermedad. Un grupo de científicos del Centro Hospitalario de la Universidad de Montreal, liderados por un argentino, descubrió una forma de forzar al VIH a que se exponga y de esa manera lograr que las células del sistema inmunitario barran con las infectadas.
“Es una nueva y buena estrategia para ponerle un palo en la rueda al virus”, explicó al diario Clarín Andrés Finzi, que llevó adelante la investigación que publicó la revista Proceedings of the National Academy of Sciences de Estados Unidos. En un futuro, esto podría servir para desarrollar una vacuna preventiva o mejores terapias. “Lo bueno es que en el laboratorio, en células humanas, no resultó tóxico. Pero que quede bien claro que no podemos afirmar que vamos a bloquear el virus ya”, explicó Finzi.
El hallazgo supone un nuevo camino en la lucha contra esta enfermedad; actualemente 35 millones de personas están infectadas en todo el mundo, más de cien mil están en la Argentina.
En 2009 el ejército norteamericano probó en casi veinte mil hombres y mujeres la primera vacuna experimental en Tailandia, que evitó el 31,2% de infecciones. Las chances de infectarse bajaron. Esa fue una señal que Finzi y su equipo interpretaron como un camino a seguir. ¿Qué había en esa vacuna? Un anticuerpo que interactúa con la envoltura del virus. El problema es que no reconoce la célula infectada, y para que la reconozca hay que forzarla a que se exponga. Lo que hace este anticuerpo natural es actuar como como un “abrelatas” del VIH, para que se puedan atacar sus partes más vulnerables.
“En el futuro podrá servir para evitar la transmisión y disminuir el número de células infectadas en portadores del VIH”, dice Finzi y agrega: “Somos muchos los que queremos generar una vacuna que cree anticuerpos que anulen al virus. Si cambiamos la conformación de la envoltura del VIH y la abrimos, se lo puede neutralizar y matar”. Sin embargo, el investigador de 36 años aclara: “Es una buena estrategia, pero hay que seguir trabajando, todavía falta. Estamos hablando de algo que está en etapa de investigación básica, en el laboratorio, y todavía falta mucho para que pueda ser realidad”.
La dificultad para matar a las células con VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) es que el viruses una cámara herméticamente cerrada que hasta ahora nadie pudo romper. Por eso, aunque los contagiados tienen la capacidad de matar sus células, el virus consigue protegerse. Lograr que se abra para volverse más vulnerable, puede ser clave en la lucha contra la enfermedad. Un grupo de científicos del Centro Hospitalario de la Universidad de Montreal, liderados por un argentino, descubrió una forma de forzar al VIH a que se exponga y de esa manera lograr que las células del sistema inmunitario barran con las infectadas.
“Es una nueva y buena estrategia para ponerle un palo en la rueda al virus”, explicó al diario Clarín Andrés Finzi, que llevó adelante la investigación que publicó la revista Proceedings of the National Academy of Sciences de Estados Unidos. En un futuro, esto podría servir para desarrollar una vacuna preventiva o mejores terapias. “Lo bueno es que en el laboratorio, en células humanas, no resultó tóxico. Pero que quede bien claro que no podemos afirmar que vamos a bloquear el virus ya”, explicó Finzi.
El hallazgo supone un nuevo camino en la lucha contra esta enfermedad; actualemente 35 millones de personas están infectadas en todo el mundo, más de cien mil están en la Argentina.
En 2009 el ejército norteamericano probó en casi veinte mil hombres y mujeres la primera vacuna experimental en Tailandia, que evitó el 31,2% de infecciones. Las chances de infectarse bajaron. Esa fue una señal que Finzi y su equipo interpretaron como un camino a seguir. ¿Qué había en esa vacuna? Un anticuerpo que interactúa con la envoltura del virus. El problema es que no reconoce la célula infectada, y para que la reconozca hay que forzarla a que se exponga. Lo que hace este anticuerpo natural es actuar como como un “abrelatas” del VIH, para que se puedan atacar sus partes más vulnerables.
“En el futuro podrá servir para evitar la transmisión y disminuir el número de células infectadas en portadores del VIH”, dice Finzi y agrega: “Somos muchos los que queremos generar una vacuna que cree anticuerpos que anulen al virus. Si cambiamos la conformación de la envoltura del VIH y la abrimos, se lo puede neutralizar y matar”. Sin embargo, el investigador de 36 años aclara: “Es una buena estrategia, pero hay que seguir trabajando, todavía falta. Estamos hablando de algo que está en etapa de investigación básica, en el laboratorio, y todavía falta mucho para que pueda ser realidad”.
Fuente: TN
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