El hecho fue cometido en un negocio de Ramos Mejía, donde cuatro delincuentes armados asaltaron a empleados, los redujeron e intentaron sustraer mercaderías del local. En su escape, dos de ellos fueron interceptados y golpeados por transeúntes. Los otros se encuentran prófugos.
El episodio, que trascendió en las últimas horas, fue perpetrado días atrás en una zapatería denominada "BullRing", situada a pocos metros de la esquina de Avenida Rivadavia y Bolívar, del centro de la localidad matancera de Ramos Mejía.
Todo comenzó cuando dos hombres se presentaron en el negocio y se hicieron pasar por clientes. Mientras dos empleados los atendían, uno de los delincuentes sacó una pistola de entre sus prendas y los amenazó, según relató a El1 Digital el propietario del comercio.
“Los tipos actuaban y los atendían como si nada”, indicó el propietario.
Tras ello, los ladrones maniataron a los vendedores, les quitaron sus objetos personales y los obligaron a quedarse tendidos en un cuarto ubicado en la parte superior de la tienda, mientras, en simultáneo, les avisaban a otros dos cómplices que, a partir de ese momento, podían ingresar al local para ayudarlos en la sustracción.
Estos dos últimos malvivientes trajeron consigo varias valijas de gran tamaño que, a su vez, contenían otras más pequeñas. Así, empezaron a abrirlas y, entre los cuatro, iniciaron el saqueo de la tienda. “Parecían muñecas mamushka”, expresó el denunciante en alusión al falso equipaje.
Sin embargo, los delincuentes fueron interrumpidos por un grupo de adolescentes que llegó al lugar para probarse y adquirir determinadas prendas. Estos chicos, lejos de notar la verdadera intención de la banda, permanecieron allí por varios minutos mientras seleccionaban calzado y otros artículos. Es que, de acuerdo al dueño, “los tipos actuaban y los atendían como si nada, imitaban perfectamente el papel de vendedor”.
Curiosamente, en ese momento arribó al comercio otro muchacho que pretendía presentar sus datos para ser tenido en cuenta como futuro empleado. “Ahí, uno de los ladrones se sentó detrás del mostrador, le aceptó el currículum y hasta le pidió varios datos”, añadió el hombre, que cuenta con el registro fílmico de la acción: “Todo duró ocho minutos y medio”, precisó.
Poco después, los ladrones lograron despejar la tienda y comenzaron a llenar las valijas con la siguiente cantidad de productos: 60 pares de zapatillas, 70 mayas, numerosas billeteras, gafas y otros artículos.
Así, cuando todo parecía indicar que tenían vía libre para concluir el robo, un tercer empleado llegó a la zapatería y, al descubrir que las personas que se encontraban allí no eran sus verdaderos compañeros, les mintió con una frase improvisada que le permitió franquear el atraco.
No obstante, un quinto delincuente que se encontraba en la calle y que contaba con un handy con frecuencia policial avistó al trabajador en su fuga y alertó a sus cómplices sobre el inminente peligro que debían enfrentar.
Es que el vendedor "salió gritando, llamó al servicio de emergencias 911 y le avisó a otros negocios de la zona" sobre el episodio. Mas lo que el grupo armado temía era la llegada de los efectivos y, por eso, aceleró su accionar.
En consecuencia, los ladrones salieron corriendo hacia diferentes puntos de Ramos Mejía. De esta forma, aunque tres de ellos lograron huir dejando atrás un arma de fuego, el botín y las valijas, otros dos fueron cruzados por varias personas “a pocos metros del Frávega”, es decir, en Avenida Rivadavia y Moreno.
En ese punto de la localidad matancera, un grupo de vecinos, comerciantes y transeúntes le propinó una golpiza a la dupla que, así, fue reducida mientras arribaban varios uniformados al lugar, a quienes, también, los ladrones intentaron eludir sin éxito.
Finalmente, estos dos asaltantes fueron detenidos e imputados por “Robo agravado por el uso de arma de fuego y resistencia a la autoridad”, de acuerdo a las primeras actuaciones relacionadas a la causa.
Fuente: El1Digital
El episodio, que trascendió en las últimas horas, fue perpetrado días atrás en una zapatería denominada "BullRing", situada a pocos metros de la esquina de Avenida Rivadavia y Bolívar, del centro de la localidad matancera de Ramos Mejía.
Todo comenzó cuando dos hombres se presentaron en el negocio y se hicieron pasar por clientes. Mientras dos empleados los atendían, uno de los delincuentes sacó una pistola de entre sus prendas y los amenazó, según relató a El1 Digital el propietario del comercio.
“Los tipos actuaban y los atendían como si nada”, indicó el propietario.
Tras ello, los ladrones maniataron a los vendedores, les quitaron sus objetos personales y los obligaron a quedarse tendidos en un cuarto ubicado en la parte superior de la tienda, mientras, en simultáneo, les avisaban a otros dos cómplices que, a partir de ese momento, podían ingresar al local para ayudarlos en la sustracción.
Estos dos últimos malvivientes trajeron consigo varias valijas de gran tamaño que, a su vez, contenían otras más pequeñas. Así, empezaron a abrirlas y, entre los cuatro, iniciaron el saqueo de la tienda. “Parecían muñecas mamushka”, expresó el denunciante en alusión al falso equipaje.
Sin embargo, los delincuentes fueron interrumpidos por un grupo de adolescentes que llegó al lugar para probarse y adquirir determinadas prendas. Estos chicos, lejos de notar la verdadera intención de la banda, permanecieron allí por varios minutos mientras seleccionaban calzado y otros artículos. Es que, de acuerdo al dueño, “los tipos actuaban y los atendían como si nada, imitaban perfectamente el papel de vendedor”.
Curiosamente, en ese momento arribó al comercio otro muchacho que pretendía presentar sus datos para ser tenido en cuenta como futuro empleado. “Ahí, uno de los ladrones se sentó detrás del mostrador, le aceptó el currículum y hasta le pidió varios datos”, añadió el hombre, que cuenta con el registro fílmico de la acción: “Todo duró ocho minutos y medio”, precisó.
Poco después, los ladrones lograron despejar la tienda y comenzaron a llenar las valijas con la siguiente cantidad de productos: 60 pares de zapatillas, 70 mayas, numerosas billeteras, gafas y otros artículos.
Así, cuando todo parecía indicar que tenían vía libre para concluir el robo, un tercer empleado llegó a la zapatería y, al descubrir que las personas que se encontraban allí no eran sus verdaderos compañeros, les mintió con una frase improvisada que le permitió franquear el atraco.
No obstante, un quinto delincuente que se encontraba en la calle y que contaba con un handy con frecuencia policial avistó al trabajador en su fuga y alertó a sus cómplices sobre el inminente peligro que debían enfrentar.
Es que el vendedor "salió gritando, llamó al servicio de emergencias 911 y le avisó a otros negocios de la zona" sobre el episodio. Mas lo que el grupo armado temía era la llegada de los efectivos y, por eso, aceleró su accionar.
En consecuencia, los ladrones salieron corriendo hacia diferentes puntos de Ramos Mejía. De esta forma, aunque tres de ellos lograron huir dejando atrás un arma de fuego, el botín y las valijas, otros dos fueron cruzados por varias personas “a pocos metros del Frávega”, es decir, en Avenida Rivadavia y Moreno.
En ese punto de la localidad matancera, un grupo de vecinos, comerciantes y transeúntes le propinó una golpiza a la dupla que, así, fue reducida mientras arribaban varios uniformados al lugar, a quienes, también, los ladrones intentaron eludir sin éxito.
Finalmente, estos dos asaltantes fueron detenidos e imputados por “Robo agravado por el uso de arma de fuego y resistencia a la autoridad”, de acuerdo a las primeras actuaciones relacionadas a la causa.
Fuente: El1Digital
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