Los profesionales del hospital-escuela de El Palomar denuncian que, en los últimos meses, sufrieron numerosos hechos delictivos y exigen urgentes medidas de seguridad.
Por Andrea Luzuriaga
Es un edificio de 5.600 metros cuadrados, con siete pisos, dividido en cuatro pabellones y un hall central. Junto con los estacionamientos y accesos, ocupa 22 hectáreas. En su interior, los pasillos se multiplican como los brazos de un laberinto, transitado, diariamente, por unos 6.000 pacientes y 3.500 profesionales de la salud, a lo que se suman los familiares de los internados.
El Hospital Alejandro Posadas es un gigante que alberga a una multitudinaria población que, en los últimos tiempos, se ve amenazada por el flagelo de la inseguridad. Sin poder escapar a un problema que aqueja a la sociedad en general, la reiteración de agresiones, robos, amenazas y hasta un secuestro complejizan el trabajo de los médicos, técnicos y enfermeros que denuncian, con preocupación, una escalada de violencia en el centro de salud.
Un tema complejoLas denuncias sobre hechos de inseguridad en el predio “llegan todo el tiempo” a la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP) del Posadas, según aseguró su secretaria general, Olga Lescano, a El1. “Se está poniendo en juego la integridad de los trabajadores, los pacientes y sus familiares”, señaló preocupada. Por eso, la CICOP realizó un paro por 24 horas el 22 de noviembre, para visibilizar la problemática. Y volverá a parar cada vez que ocurra un delito en el nosocomio, hasta que haya una solución.
Factores internos y externosSin embargo, no es fácil proponer una salida. Porque lo que ocurre en el Posadas tiene “dos vertientes muy claras: inseguridad, por un lado, y violencia, por el otro”, analizó Lescano. La amplitud del predio y los pocos policías en él dificultan los controles en los accesos, diversificados por la construcción de un nuevo pabellón. Además, la falta de recursos humanos en el plantel sanitario “hace que se complejice la tarea y, cuando los familiares de los pacientes lo detectan, reaccionan de manera violenta”, señaló. Es por eso que los trabajadores exigen un plan de seguridad diseñado por expertos. Y que sea urgente, “antes de que se planteen situaciones irreversibles”.
Fuente: El1Digital
Es un edificio de 5.600 metros cuadrados, con siete pisos, dividido en cuatro pabellones y un hall central. Junto con los estacionamientos y accesos, ocupa 22 hectáreas. En su interior, los pasillos se multiplican como los brazos de un laberinto, transitado, diariamente, por unos 6.000 pacientes y 3.500 profesionales de la salud, a lo que se suman los familiares de los internados.
El Hospital Alejandro Posadas es un gigante que alberga a una multitudinaria población que, en los últimos tiempos, se ve amenazada por el flagelo de la inseguridad. Sin poder escapar a un problema que aqueja a la sociedad en general, la reiteración de agresiones, robos, amenazas y hasta un secuestro complejizan el trabajo de los médicos, técnicos y enfermeros que denuncian, con preocupación, una escalada de violencia en el centro de salud.
Un tema complejoLas denuncias sobre hechos de inseguridad en el predio “llegan todo el tiempo” a la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP) del Posadas, según aseguró su secretaria general, Olga Lescano, a El1. “Se está poniendo en juego la integridad de los trabajadores, los pacientes y sus familiares”, señaló preocupada. Por eso, la CICOP realizó un paro por 24 horas el 22 de noviembre, para visibilizar la problemática. Y volverá a parar cada vez que ocurra un delito en el nosocomio, hasta que haya una solución.
Factores internos y externosSin embargo, no es fácil proponer una salida. Porque lo que ocurre en el Posadas tiene “dos vertientes muy claras: inseguridad, por un lado, y violencia, por el otro”, analizó Lescano. La amplitud del predio y los pocos policías en él dificultan los controles en los accesos, diversificados por la construcción de un nuevo pabellón. Además, la falta de recursos humanos en el plantel sanitario “hace que se complejice la tarea y, cuando los familiares de los pacientes lo detectan, reaccionan de manera violenta”, señaló. Es por eso que los trabajadores exigen un plan de seguridad diseñado por expertos. Y que sea urgente, “antes de que se planteen situaciones irreversibles”.
Fuente: El1Digital
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