"2por4=salud", una propuesta apta para cardíacos

Las clases de tango, se realizarán una vez por semana a partir de agosto en el Círculo Médico de Matanza (Avenida de Mayo 743, Ramos Mejía), para pacientes de rehabilitación cardiovascular del Hospital Paroissien y del Posadas

"Dos por cuatro=salud", un proyecto que propone al tango como parte de las actividades de rehabilitación cardiovascular, comenzará a realizarse a partir de agosto en una organización médica de La Matanza bajo supervisión de profesionales de hospitales públicos y con acceso gratuito.

"El tango brinda los mismos beneficios que hacer ejercicio físico pero logra mayor adherencia, es decir, hace que más personas se acerquen y sostengan la actividad en el tiempo", indicó a Télam Alberto Marani, médico responsable de la Unidad de Rehabilitación Cardiovascular del Hospital Paroissien de La Matanza.
Según el especialista, de las personas que han tenido o tienen alguna enfermedad cardiovascular "sólo un 15 por ciento realiza rehabilitación" y de los que comienzan los cursos "apenas un 25 por ciento cumplen con los objetivos".
"Por esto, cuando un médico del equipo, que además es muy buen bailarín de tango, propuso brindar clases de esta danza nacional como parte de las actividades de rehabilitación pensamos que era una buena medida ya que los beneficios del tango sobre la salud han sido ya científicamente comprobados", explicó.
Desde el hospital provincial Paroissien, los médicos hicieron una convocatoria a colegas del Hospital Posadas y al Círculo Médico de Matanza y, entre los tres, dieron vida a este proyecto que comenzará a funcionar a partir de este próximo mes.
"La convocatoria es universal y gratuita, sabemos que asistirán en principio los pacientes que realizan los cursos en el Paroissien y en el Posadas, pero puede concurrir cualquier persona que tenga prescripto realizar rehabilitación cardiovascular", añadió.
Al hacer un repaso sobre los beneficios que el tango produce sobre la salud, Marani explicó que "por un lado actúa sobre los factores de riesgo disminuyendo todos los valores como el colesterol, la diabetes, la presión, los triglicéridos".
"Por el otro -sostuvo- actúa sobre el sistema cardiovascular en forma directa generando nuevas vías de circulación, esto se denomina revascularización, y son como bypass naturales".
El primer estudio sobre los efectos del tango sobre la salud se realizó en 1999 en el Centro de Vida de la Fundación Favaloro, estuvo a cargo de Roberto Peidró y fue por iniciativa de los bailarines Mayoral y Elsa María.
En los resultados, publicados en septiembre de 2002 en la "Revista Argentina de Cardiología", los investigadores concluyeron que "bailar tango y milonga (...) constituye un ejercicio de intensidad leve a moderada que se desarrolla a nivel o por debajo del umbral ventilatorio".
"Para simplificar: esto significa que bailar tango equivaldría a caminar y bailar milonga a trotar", detalló el especialista quien agregó que "la actividad física no sólo disminuye la mortalidad, sino que también afecta a la morbilidad, lo que implica mejor calidad de vida".
Marani explicó que la rehabilitación cardiovascular tiene dos ejes, uno es la ejercitación y el otro es la educación "en la que le enseñamos a las personas que fue lo que tuvieron o lo que tienen, por qué, y cómo se puede prevenir".
"Muchos de los pacientes que han sufrido infartos creen que no pueden hacer nada físico después y esto es incorrecto, una vez pasada la etapa aguda de cualquier enfermedad cardiovascular, hacer rehabilitación puede permitir no sólo recuperar el estado sino mejorarlo", apuntó.
Si bien la mayoría de los pacientes son mayores de 60 años, Marani advirtió que, en su experiencia, "hay un descenso de la edad de las personas que padecen estas patologías, e incluso hemos tenido pacientes infartados menores de 30 años".
Las clases de tango, que se realizarán una vez por semana a partir de agosto en el Círculo Médico de Matanza (Avenida de Mayo 743, Ramos Mejía), serán presentadas este jueve 2 de agosto a las 19 en la sede de la institución con la presencia del bandoneonista Leopoldo Federico.

Fuente: El Diario de Morón