La policía Federal allanó un prostíbulo el viernes pasado en Haedo. La intervención de la fuerza de seguridad nacional se dio luego de que la Bonaerense investigó a fondo el lugar. Fuentes de la fiscalía y del municipio aseguraron que es habitual que los agentes provinciales hagan la vista gorda en los procedimientos a las “casas de citas”.
Por Federico Trofelli para El iario de Morón
El operativo comenzó a las 22 y se prolongó durante cinco horas. El lugar estaba ubicado en Rivadavia 15298, en un primer piso donde había. Además de clientes, la policía halló nueve mujeres mayores de edad de nacionalidad argentina que trabajan allí -la menor de ellas tenía 22- y tres personas que realizaban tareas administrativas: dos varones, uno de seguridad y otro que expendía las bebidas, y una mujer que atendía la barra.
Durante el operativo, las mujeres que ejercían la prostitución fueron asistidas por dos psicólogas del gabinete de la Oficina de Rescate “a fin de establecer cuanto de voluntario era tenía su labor”, confió una fuente judicial.
El establecimiento fue clausurado y a los "administrativos" se le labraron actuaciones por infracción a la Ley de Profilaxis. Y les cabrían multa que van hasta los 25 mil pesos.
Finalmente, las pericias preliminares determinaron que las mujeres estaban allí por voluntad propia. Es que según informaron desde la UFI N°8, “todo se inició en junio de este año a partir de una llamada anónima al 911 en la que se denunciaba que se explotaban sexualmente a menores de edad y a ciudadanas
paraguayas”. Rápidamente, la fiscal en turno, Adriana Suárez Corripio, encargó las primeras medidas investigativas a una comisión policial de la Bonaerense -DDI de Morón- que “dio resultados negativos. Tocaron timbre, golpearon la puerta y nadie contestó. En el informe dejaron constancia de que no se advertía el ingreso o egreso de persona alguna”, agregaron las fuentes.
paraguayas”. Rápidamente, la fiscal en turno, Adriana Suárez Corripio, encargó las primeras medidas investigativas a una comisión policial de la Bonaerense -DDI de Morón- que “dio resultados negativos. Tocaron timbre, golpearon la puerta y nadie contestó. En el informe dejaron constancia de que no se advertía el ingreso o egreso de persona alguna”, agregaron las fuentes.
Los investigadores no se quedaron conformes con la respuesta policial y “siguieron el protocolo” para estos casos: se comunicaron con la Procuración Bonaerense y dieron intervención a la División de Trata de Personas de la Policía Federal.
El contraste del trabajo de campo entre ambas fuerzas fue sorprendente. Una fuente judicial reveló que sin mucho ingenio pero con algo más de voluntad, “los agentes federales establecieron que en el primer piso existía un salón de expendio de bebidas con mesas mostrador, una importante barra, donde estaban algunos hombres, presuntamente clientes, consumían alcohol y podían apreciar espectáculos artísticos de las chicas vestidas con ropa interior que incluía el baile del caño”.Además, los efectivos encubiertos observaron que había “cuatro habitaciones contiguas en donde se brindaban los servicios sexuales”, completó el vocero judicial aunque aclaró que “no hizo falta que entraran a los cuartos”.
El informe de la Federal precisó hasta los valores del servicio que iban desde los 80 pesos a los 150 por un mínimo de 40 minutos hasta un máximo de una hora.Con la información recabada, el Juzgado de Garantías N° 2 de Morón ordenó el allanamiento y como se esperaba, el resultado fue positivo. Así, una vez más pudo desnudarse la complicidad de la policía bonaerense con este tipo de emprendimientos.
“Este es un negocio de la Bonaerense con el cuál no estamos dispuestos a convivir. Desde el Municipio tenemos pocas herramientas para combatirlo pero optimizamos nuestros recursos y tenemos voluntad política para ir en contra de estas cajas negras”, explicó Diego Spina, secretario de Seguridad de la comuna.“Cuando Lucas Ghi asume como intendente en diciembre de 2009 -reemplazando a Martín Sabbatella- reimpulsamos las denuncias que estaban dormidas en la fiscalía”, agregó el funcionario.
El diario pudo saber que se refiere una serie de expedientes penales iniciados durante 2008 contra más de 40 de estos locales donde se presume que se ejerce la prostitución. La medida se llevó a cabo una vez que las autoridades municipales advirtieron que luego de labrar infracciones y clausurar estos lugares, a las pocas horas reabrían sus puertas. La comuna detectó estos locales nocturnos en casi todas las localidades del distrito: Morón, Haedo, Villa Sarmiento y Castelar; El Palomar, sería la única ciudad libre de “casa de citas”.
La investigación la llevó adelante la UFI N° 3, a cargo del fiscal Mario Ferrario, quien finalmente el 2 de diciembre decidió desestimar la acusación y archivar la causa.El diario accedió a algunas de esas pesquisas policiales y los informes de la fuerza parecen calcados. Tal como pasó con el cabaret de Rivadavia al 15298, los efectivos dejaban constancia que llegaban al lugar, tocaban timbre y como nadie contestaba, cansados de esperar si algún cliente desprevenido entraba al supuesto cabaret, volvían a la comisaría donde labraban el acta que luego era entregado a los funcionarios judiciales. Varios de esos procedimientos de rigor llevan la firma de quien fuera titular de la comisaria primera de Morón, Sergio Jigena, hoy a cargo de la Distrital de Hurlingham.
Luego de varias idas y vueltas con el municipio, la fiscalía general de Morón ordenó a la UFI N° 3 reabrir la megacausa e investigar los lugares denunciados, al que se agregaron otros tantos que cayeron en las manos de la titular de la UFI N° 8 de Morón, Adriana Suárez Corripio, como el allanado el viernes 25 de noviembre. En los anales municipales, el lugar, que por obvias razones no contaba con habilitación, figura que había sido clausurado en junio de 2009 y julio de 2010.
Dada la inocultable connivencia de la Bonaerense, fuentes municipales indicaron que al igual que la fiscalía, desde hace un tiempo aceitaron los vínculos con la justicia federal con sede en Morón para combatir los prostíbulos en el distrito.
Dada la inocultable connivencia de la Bonaerense, fuentes municipales indicaron que al igual que la fiscalía, desde hace un tiempo aceitaron los vínculos con la justicia federal con sede en Morón para combatir los prostíbulos en el distrito.
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