Matías Rappazzo y Jorge Frega compartieron en Primer Plano su análisis sobre el nuevo protocolo de uso de armas de fuego por parte de las fuerzas de seguridad
“Cosas que dan mucho resultado en un determinado lado no quiere decir que lo de acá” y “responder con fuego ante una mínima duda no es la mejor solución” son dos de los argumentos que seguramente se replicarán en los próximos días a propósito del nuevo protocolo de intervención de fuerzas federales frente a situaciones de peligro o amenaza, un concepto tan amplio que siembra dudas de cuanto analista es consultado.
En concreto, el Ministerio de Seguridad de la Nación oficializó una polémica resolución que modifica el Reglamento General para el empleo de las armas de fuego por parte de los miembros de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura Naval y Policía de Seguridad Aeroportuaria y habilita el uso de las armas de fuego “cuando resulten ineficaces otros medios no violentos”, en casos como “en defensa propia o de otras personas, en caso de peligro inminente de muerte o de lesiones graves” y “para impedir la comisión de un delito particularmente grave, que presente peligro inminente para la vida o la integridad física de las personas”.
La decisión provocó un verdadero cisma interno en Cambiemos, y provocó una explosiva declaración de la diputada nacional Elisa Carrió.
El argumento central usado por las autoridades es que esa normativa existe en otros países, tanto de Latinoamérica como de otras latitudes. “Incluir en la Argentina protocolos que pueden ser muy buenos en otros lugares, con otra idiosincrasia y con otras fuerzas de seguridad puede ser un error”, comenzó respondiendo al respecto el fiscal Matías Rappazzo, convocado al programa periodístico Primer Plano en su rol de presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios Judiciales del Departamento Judicial Morón.
“Nosotros los argentinos tratamos casi siempre de copiar cosas de afuera porque vemos que afuera funciona, y tenemos que empezar a entender nuestra propia historia y nuestras propias fuerzas de seguridad”, continuó analizando el fiscal. “Quizá cuando tengamos cien años de democracia estemos en condiciones de aplicar protocolos que se aplican en naciones que tienen 200 años de democracia y otro tipo de fuerzas de seguridad. Cosas que dan mucho resultado en un determinado lado no quiere decir que lo de acá”, concluyó.
“El hilo es muy delgado”, comenzó respondiendo Jorge Frega, presidente del Colegio de Abogados de Morón, quien compartió el bloque con Rappazzo. Se refería a que la línea es muy fina “entre las personas que pueden ser víctimas del exceso del uso de la fuerza y los de las fuerzas de seguridad, que también tienen que protegerse porque va en ellos su vida y su integridad física”.
“El peligro de los excesos siempre tiene que estar del lado del más fuerte, y el más fuerte es el Estado, que tiene que tener mayor cantidad de garantías frente a los terceros, que somos nosotros”, agregó el letrado, quien subrayó además que “frente a una situación de violencia esperamos mayor precaución de las fuerzas policiales que de alguien que no lo es”. “Mi preocupación es que, por buscar un equilibrio, terminemos dándole mucho poder a quien nos debe cuidar. Además, todos los protocolos tienen un límite, que es la situación fáctica concreta. Responder con fuego ante una mínima duda no es la mejor solución”, cerró.
Fuente: Primer Plano
No hay comentarios:
Publicar un comentario