La norma enviada por la Gobernadora prevé obras para los municipios y una menor participación sobre el total de Educación y Salud. Si bien incluye más endeudamiento, los especialistas indican que no está en un nivel peligroso.
En el Senado bonaerense y en el Ministerio de Economía provincial indicaron que el fondo destinado a los municipios ascenderá a 8.500 millones de pesos. ¿Cómo se repartirán? Hay un mecanismo, previsto en la Ley Nº 10.559, por el cual los fondos coparticipables se reparten a través de un Coeficiente Único de Distribución (CUD). A esto se le suma un Índice de Vulnerabilidad Social (IVS), definido en la Ley Nº 13.163, que mide a la población bajo la línea de indigencia en cada municipio.
Según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), se transfirió a los municipios en el primer semestre del año que está por terminar un monto total de $25 mil millones, lo que implicó un incremento del 50,2% con respecto a igual período de 2015. El economista Félix Piacentini, director de la consultora NOAnomics (que hace un seguimiento de las 24 provincias), indica que “Scioli solo destinó en promedio un 4,8% del presupuesto a obra pública y transferencias a municipios. Vidal lo duplicó hasta el 6,3% para 2016 y en 2017 proyecta llegar al 8,4%”.
¿Cómo queda repartida en 2017 la obra pública entre los municipios gobernados por Cambiemos y los opositores? El economista Carlos Martínez, de la Universidad Nacional de General Sarmiento, hizo un cálculo en base a datos oficiales de la obra pública por habitante para la que tomó en cuenta la existencia de tres bloques legislativos y las proyecciones de población de INDEC para 2017. “Siguiendo este cálculo, el resultado es que el habitante de un municipio de Cambiemos recibe $1.647; el del PJ, $698; y el del Frente Renovador, $985. Lo que reciben los municipios oficialistas es un 67% superior a lo de los aliados y un 136% mayor a lo de los opositores”, indica Martínez.
2) Otro punto es la participación en el presupuesto de las partidas para Educación en 2017. Sobre el total del presupuesto, Educación representa el 24,3%, lo que implica una reducción con respecto al promedio en los años del gobierno de Scioli, que fue de 29,8%, aunque también tuvo en los últimos años una tendencia descendente.
3) Lo mismo ocurre con la partida de Salud. En 2017, es un 5,6% del total, lo que representa una baja del promedio 2008-2015, que se ubica en el 6,5%. El ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, sostuvo que esto se debe a que “como la inversión en infraestructura es tan ambiciosa y tan distinta a como venía siendo, todo lo demás baja en términos porcentuales. Pero no se baja en términos de crecimiento”. En términos nominales, el aumento presupuestario para el área es del 31,1% respecto a 2016 y la inflación que estima el presupuesto nacional para 2017 es del 17 por ciento.
4) Otra de las claves es el endeudamiento propuesto por Vidal. Si bien en el proyecto original pedía autorización para endeudarse por $97 mil millones, tras la negociación en la Legislatura bonaerense se redujo a 52 mil millones. Según el último informe del Ministerio de Economía provincial, el stock de deuda en junio de 2016 ascendía a $172 mil millones.
De acuerdo con el informe de ASAP, la deuda se incrementó un 41,2% con respecto a diciembre de 2015. “En 2014 y 2015, la deuda se mantuvo en aproximadamente el 45% de los ingresos totales de la Provincia, mientras que para 2016 ese cociente se incrementó en 6,4 puntos, representando poco más de la mitad de dichos recursos (50,9%)”, advirtió ASAP.
Otros especialistas coinciden en que no se llegó a un nivel crítico. “En 2007 el peso del stock de deuda del Gobierno provincial en el Producto Bruto Geográfico de la Provincia de Buenos Aires era de un 12%. Ese valor fue bajando, hasta llegar a un 7% en 2015. La proyección oficial para 2016 y 2017 sigue en torno al 7% o el 8%: no es un crecimiento desmesurado como el de la deuda nacional. Todavía no parece que estemos en un escenario de tendencia al híper endeudamiento, aunque la tendencia sí resulta preocupante”, indicó Martinez.
5) Por último, Vidal incluyó una suba del impuesto al juego en el presupuesto: estableció un 3 puntos adicionales de ingresos brutos a los bingos. Martínez advierte que la estructura impositiva de la provincia continúa con una tendencia de los últimos 15 años hacia la regresividad: “Hay cuatro impuestos provinciales que dan cuenta de casi toda la recaudación: Ingresos Brutos, Inmobiliario (rural y urbano), Patentes de automotores y Sellos. Desde la salida de la convertibilidad en adelante, todas las provincias se han ido apoyando cada vez más en el impuesto a los Ingresos Brutos y cobrando cada vez menos impuesto Inmobiliario, que es progresivo”, concluyó.
Fuente: Chequeado.com
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