Cociná sin sal y limitá el agregado en las comidas (es muy útil no tener un salero a mano en la mesa).
- Para reemplazar la sal podés usar condimentos como pimienta, perejil, ají, pimentón, orégano, etc.
- Recordá que fiambres, embutidos y otros alimentos procesados (caldos, sopas, conservas, etc.) contienen elevada cantidad de sodio.
- Acordate de que disminuir el consumo de sal previene la hipertensión, y las enfermedades vasculares y renales, entre otras.
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