Se llama Daniel Mayer y tiene 34 años, colectivero de la línea 343, utilizada con frecuencia por los vecinos de Tres de Febrero, había finalizado su recorrido y se dispuso a barrer el colectivo como de costumbre.
En uno de los asientos encontró una billetera y documentación de un pasajero. Pudo haberse tratado de algo menor hasta que conoció el monto: 1067 pesos. “Hace dos meses que ando medio corto de plata y llego a fin de mes con el resto de la tarjeta, ja”, confesó a este medio el hombre al recordar la lluvia de pensamientos que lo cercaron esa noche de viernes.
Un compañero de trabajo del Interno 135 le sugirió al día siguiente que revisara la Fan Page de la Línea 343 donde una madre desesperada describía la preocupación de un familiar: “¡A mi hijo se le cayó en el asiento del colectivo 343, cartel Rojo, la billetera con todos los documentos y el dinero cuando regresaba de su trabajo”.
El “Colo”, como le dicen sus allegados, no dudó un instante. Tomó los datos del joven para dirigirse hacia su casa y de esta forma derribar el criterio deliberado y capcioso que tilda a los choferes. “Al chico, que tendrá unos 25 ó 30 años se les caía las lagrimas. Quería darme algo como recompensa pero le dije que no porque a él le hacía más falta que a mí. Le confesé que si alguna vez me sucediese lo mismo, me gustaría que procedan de la misma manera”, enfatizó el oriundo de Villa Ballester.
Por último, Daniel reconoció que su actitud, compartida en Facebook por más de 6 mil personas luego de un posteo de agradecimiento, tuvo fundamento en sus creencias y el modelo de vida que cultivaron sus padres: “Soy evangélico. Mis padres me enseñaron a no tomar nada que no me corresponde y decidí respetar eso”, sentenció.
Fuente: http://www.n3f.com.ar
En uno de los asientos encontró una billetera y documentación de un pasajero. Pudo haberse tratado de algo menor hasta que conoció el monto: 1067 pesos. “Hace dos meses que ando medio corto de plata y llego a fin de mes con el resto de la tarjeta, ja”, confesó a este medio el hombre al recordar la lluvia de pensamientos que lo cercaron esa noche de viernes.
Un compañero de trabajo del Interno 135 le sugirió al día siguiente que revisara la Fan Page de la Línea 343 donde una madre desesperada describía la preocupación de un familiar: “¡A mi hijo se le cayó en el asiento del colectivo 343, cartel Rojo, la billetera con todos los documentos y el dinero cuando regresaba de su trabajo”.
El “Colo”, como le dicen sus allegados, no dudó un instante. Tomó los datos del joven para dirigirse hacia su casa y de esta forma derribar el criterio deliberado y capcioso que tilda a los choferes. “Al chico, que tendrá unos 25 ó 30 años se les caía las lagrimas. Quería darme algo como recompensa pero le dije que no porque a él le hacía más falta que a mí. Le confesé que si alguna vez me sucediese lo mismo, me gustaría que procedan de la misma manera”, enfatizó el oriundo de Villa Ballester.
Por último, Daniel reconoció que su actitud, compartida en Facebook por más de 6 mil personas luego de un posteo de agradecimiento, tuvo fundamento en sus creencias y el modelo de vida que cultivaron sus padres: “Soy evangélico. Mis padres me enseñaron a no tomar nada que no me corresponde y decidí respetar eso”, sentenció.
Fuente: http://www.n3f.com.ar
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