REVISTA BARCELONA Y LA REALIDAD SEGUN SU IRONICA MIRADA
Luego de firmar contrato para participar de la transmisión del Mundial de Brasil junto a Víctor Hugo Morales en la cadena venezolana Telesur, definirse como un “soldado” del presidente chavista Nicolás Maduro y manifestarse contra el imperialismo que “da asco”, Diego Maradona decidió ir un paso más allá y llamó a expropiar las riquezas del emirato árabe de Dubái.
“De hecho, yo ya empecé y les vengo sacando todo lo que puedo”, expresó en Diez en desordenada rueda de prensa en la que mezclaban preguntas sobre la lucha armada, su vínculo con Víctor Hugo y si va a seguir embarazando gente. Si bien no se confirmó el meneado “paso a la clandestinidad” –que implicaría para el astro abandonar su lujosa residencia en el exclusivo barrio The Palm Jumeirah y renunciar a su cargo de embajador deportivo de los Emiratos Árabes Unidos para esconderse en algún lugar del desierto arábigo y luchar por el levantamiento de las masas contra el capitalismo–, en apariencia las intenciones de Diego de “tomar la riqueza saudí” son más que firmes. Sus elogios al discurso contra el Alca que encabezó con Hugo Chávez en 2005, su amistad con Fidel Castro y los tatuajes que se hizo con el retrato del líder cubano y del Che Guevara abonan la posibilidad de “este lógico paso político”. Según rumores, además de firmar contratos millonarios por nada, la primera acción colectiva de Maradona en Dubái será convencer al campesinado del emirato para levantarse en armas por la reforma agraria y la expropiación de los latifundios a través de un gobierno popular, aunque reconoce que “está un poco difícil el tema”. “No podría esconderme en la selva, acá ni bien salís de los edificios es todo arena, y más que campesinos me encontré con pasteleros, licenciados en hotelería y bocha de hindúes vendiendo telas”, se lamentó el Diez. “Con estos cabeza de termo no se puede hacer la revolución y yo tengo que hacerla antes de mayo, porque después ya estoy comprometido con la causa bolivariana para transmitir la Copa del Mundo desde algún hotel copado de Brasil”, concluyó. Por el momento, entonces, el único dispuesto a saquear a los Emiratos Árabes es el propio Diego. Y su representante.
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Luego de firmar contrato para participar de la transmisión del Mundial de Brasil junto a Víctor Hugo Morales en la cadena venezolana Telesur, definirse como un “soldado” del presidente chavista Nicolás Maduro y manifestarse contra el imperialismo que “da asco”, Diego Maradona decidió ir un paso más allá y llamó a expropiar las riquezas del emirato árabe de Dubái.
“De hecho, yo ya empecé y les vengo sacando todo lo que puedo”, expresó en Diez en desordenada rueda de prensa en la que mezclaban preguntas sobre la lucha armada, su vínculo con Víctor Hugo y si va a seguir embarazando gente. Si bien no se confirmó el meneado “paso a la clandestinidad” –que implicaría para el astro abandonar su lujosa residencia en el exclusivo barrio The Palm Jumeirah y renunciar a su cargo de embajador deportivo de los Emiratos Árabes Unidos para esconderse en algún lugar del desierto arábigo y luchar por el levantamiento de las masas contra el capitalismo–, en apariencia las intenciones de Diego de “tomar la riqueza saudí” son más que firmes. Sus elogios al discurso contra el Alca que encabezó con Hugo Chávez en 2005, su amistad con Fidel Castro y los tatuajes que se hizo con el retrato del líder cubano y del Che Guevara abonan la posibilidad de “este lógico paso político”. Según rumores, además de firmar contratos millonarios por nada, la primera acción colectiva de Maradona en Dubái será convencer al campesinado del emirato para levantarse en armas por la reforma agraria y la expropiación de los latifundios a través de un gobierno popular, aunque reconoce que “está un poco difícil el tema”. “No podría esconderme en la selva, acá ni bien salís de los edificios es todo arena, y más que campesinos me encontré con pasteleros, licenciados en hotelería y bocha de hindúes vendiendo telas”, se lamentó el Diez. “Con estos cabeza de termo no se puede hacer la revolución y yo tengo que hacerla antes de mayo, porque después ya estoy comprometido con la causa bolivariana para transmitir la Copa del Mundo desde algún hotel copado de Brasil”, concluyó. Por el momento, entonces, el único dispuesto a saquear a los Emiratos Árabes es el propio Diego. Y su representante.
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