El Gobierno Nacional sigue anunciando el soterramiento como la mega obra del año 2013. Sin embargo, está parada sin que medie explicación alguna. El freno se debe a la refinanciación.
Para lograr fondos, hubo que cambiar la composición accionaria que postergó el inicio aunque retuvo los fondos del Tesoro Nacional.
Todo comenzó hace ya cinco años, en 2008, cuando ganó la licitación el Consorcio Nuevo Sarmiento (CNS) integrado por: 1) la porteña IECSA, de Angelo Calcaterra, sobrino de Franco Macri, que a su vez nuclea a las firmas DOS, CREAURBAN y Ghella SPA; 2) la mendocina ECSA, que hace logística; 3) la brasilera Odebrecht y la latina COMSA, especialista en ferrovías. Recién en 2011 traen la tuneladora TBM (Tunnel Boring Machine por sus siglas en inglés) desde Alemania, donde se construyó.
La tuneladora fue a parar al obrador de Haedo. Se cabó la trinchera y en 2012 se armaron los 125 me-tros de tuneladora y se la bajó a 22 metros para que pueda comenzar el túnel en dirección a Haedo de 12,5 metros de ancho. Pero no arrancó.
¿Qué ocurrió? Iecsa no logró reunir los fondos necesarios para iniciar el proyecto y pidió dinero al Go-bierno Nacional en 2012. Entonces apareció la firma brasilera Odebrecht con la promesa de aportar u$s500 millones del Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social (BNDS) que administra el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de ese país. Al prometer los fondos, pidió una redistribu-ción accionaria del Consorcio Nuevo Sarmiento. La promesa de la firma brasilera blindó las reservas del Tesoro Nacional y por eso el Ministerio de Economía a cargo de Hernán Lorenzino dio el visto bueno a la operación. Así que se readecuó la composición accio-naria y aunque Odebrecht se quedó con el 51 % de las acciones la obra sigue parada.
El tema es sensible entre la población, sobre todo luego de la Tragedia de Once ocurrida el 22 de febrero de 2012 que causó 51+1 víctimas (por la mujer embarazada) y dejó un saldo total de 700 heridos, algunos de gravedad.
Pese a los incidentes ocurridos desde 2005 y la Tragedia de Once producto de la corrupción que desplegaron de manera combinada Ricardo Jaime (ex Secretario de Transporte) y el empresario privado Clau-dio Cirigliano (dueño de Cometrans), según probó el juez Claduio Bonadío, la obra aún espera que el Banco libere los fondos mientras el Gobierno Nacional calla o promociona la obra.
Por caso, el último informe de la Secretaría de Transpotre de la Nación en relación al soterramiento fue el 8 de septiembre de 2011. A su vez, en lo que va de 2013, el Ministerio del Interior y Transporte a cargo de Florencio Randazzo emitió nueve comunicados de prensa, ninguno sobre el soterramiento. Y Télam sigue difundiendo la megaobra.
Todo comenzó hace ya cinco años, en 2008, cuando ganó la licitación el Consorcio Nuevo Sarmiento (CNS) integrado por: 1) la porteña IECSA, de Angelo Calcaterra, sobrino de Franco Macri, que a su vez nuclea a las firmas DOS, CREAURBAN y Ghella SPA; 2) la mendocina ECSA, que hace logística; 3) la brasilera Odebrecht y la latina COMSA, especialista en ferrovías. Recién en 2011 traen la tuneladora TBM (Tunnel Boring Machine por sus siglas en inglés) desde Alemania, donde se construyó.
La tuneladora fue a parar al obrador de Haedo. Se cabó la trinchera y en 2012 se armaron los 125 me-tros de tuneladora y se la bajó a 22 metros para que pueda comenzar el túnel en dirección a Haedo de 12,5 metros de ancho. Pero no arrancó.
¿Qué ocurrió? Iecsa no logró reunir los fondos necesarios para iniciar el proyecto y pidió dinero al Go-bierno Nacional en 2012. Entonces apareció la firma brasilera Odebrecht con la promesa de aportar u$s500 millones del Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social (BNDS) que administra el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de ese país. Al prometer los fondos, pidió una redistribu-ción accionaria del Consorcio Nuevo Sarmiento. La promesa de la firma brasilera blindó las reservas del Tesoro Nacional y por eso el Ministerio de Economía a cargo de Hernán Lorenzino dio el visto bueno a la operación. Así que se readecuó la composición accio-naria y aunque Odebrecht se quedó con el 51 % de las acciones la obra sigue parada.
El tema es sensible entre la población, sobre todo luego de la Tragedia de Once ocurrida el 22 de febrero de 2012 que causó 51+1 víctimas (por la mujer embarazada) y dejó un saldo total de 700 heridos, algunos de gravedad.
Pese a los incidentes ocurridos desde 2005 y la Tragedia de Once producto de la corrupción que desplegaron de manera combinada Ricardo Jaime (ex Secretario de Transporte) y el empresario privado Clau-dio Cirigliano (dueño de Cometrans), según probó el juez Claduio Bonadío, la obra aún espera que el Banco libere los fondos mientras el Gobierno Nacional calla o promociona la obra.
Por caso, el último informe de la Secretaría de Transpotre de la Nación en relación al soterramiento fue el 8 de septiembre de 2011. A su vez, en lo que va de 2013, el Ministerio del Interior y Transporte a cargo de Florencio Randazzo emitió nueve comunicados de prensa, ninguno sobre el soterramiento. Y Télam sigue difundiendo la megaobra.
Fuente: Diario Anticipos
No hay comentarios:
Publicar un comentario