El hospital Posadas ya recibió diez consultas por picaduras de alacrán

En lo que va del año, el centro de salud ya intervino en varios casos. Desde el nosocomio, explicaron qué se debe hacer ante una picadura y cómo prevenir la aparición del arácnido.

Durante las últimas horas, trascendieron dos casos de picadura de alacrán que terminaron con la vida de dos niñas cordobesas, una de cuatro años en Villa María y otra de siete en Villa Carlos Paz. Aunque ambas fueron tratadas rápidamente con el suero antialacrán, el antídoto no resultó exitoso y fallecieron.
En este marco, desde el hospital Posadas, ubicado en la localidad moronense de El Palomar, informaron que el tema no es nuevo y que los 365 días del año brindan asesoramiento desde el área de Toxicología. En lo que va de 2017, el centro de salud ya recibió alrededor de diez consultas por picaduras del arácnido.
“La primera hora es fundamental: si el caso es grave, hay que aplicar el suero antialacrán, pero no es ciento por ciento efectivo”, alertaron.
“Siempre hay casos mortales por accidentes con alacranes. Son más frecuentes en los niños, y en el interior del país suele haber más casos, pero están distribuidos en la provincia de Buenos Aires y en otras, como Córdoba y Tucumán, donde también es frecuente que haya casos mortales”, explicó a El1 Digital la doctora Marta María Méndez, toxicóloga docente del Centro Nacional de Intoxicaciones del hospital Posadas.
Hay dos especies de alacranes: los venenosos (Tityus trivittatus) y los que no son tóxicos (Bothriurus bonaerensis). La especie venenosa es de color miel, en el centro tiene como una línea más oscura y las pinzas son muy finitas. La cola, con lo que pica el alacrán, tiene dos puntas, una más larga y una más pequeña. Y la especie no tóxica es más oscura, las pinzas son gordas y la cola posee una sola punta.
Los alacranes residen en zonas cálidas, húmedas y oscuras. “Hacen cuevas y se alimentan de otros insectos, pero, fundamentalmente, de las cucarachas”, detalló Méndez, quien agregó que “es muy común que aparezcan en la ropa de cama”.
Ante una picadura, los síntomas son vómitos, deshidratación, sudoración y lagrimeo. “La primera hora es fundamental: si el caso es grave, hay que aplicar el suero antialacrán, pero no es ciento por ciento efectivo”, alertó la toxicóloga. “La persona tiene que consultar al hospital o salita que tengan más cerca y llamar para que lo veo un médico. Es importante conservar el ejemplar, meterlo en un frasquito y traerlo. Y se le indicará el tratamiento que corresponde”, concluyó.
El último caso que recibió el hospital Posadas esta semana fue el de un niño de cuatro años, que permanece internado en el Sanatorio Güemes con estado reservado, que sufrió la picadura del arácnido venenoso mientras dormía en su casa del barrio porteño de Palermo. “A veces, aparece en la ropa. En general, ocurre cuando están durmiendo o al aire libre, donde hay maderas, no están a la vista”, agregó.
Como prevención, la limpieza ocupa un lugar fundamental. “Si uno tiene cucarachas o ve a los alacranes, debe poner insecticida del tipo de las piretrinas. Fumigar en los rincones, en las zonas donde hay hendiduras en el piso o en la pared, en las rejillas, o poner un alambre tejido finito para que no puedan salir los bichos”, detalló Méndez.
Fuente: El1Digital

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